En mi primera colaboración para Teinteresa conté la historia de Juani, la mujer del conserje del edificio donde viví unos años. Me he acordado de ella al recopilar estos superpoderes del amor.
Superpoderes, sí. Pero no las cualidades sobrehumanas de los superhéroes. Sino las otras: las que maduran poco a poco –a trancas y barrancas, con avances y retrocesos– en el corazón de la gente increíblemente corriente.
El superpoder de un corazón agradecido, que se entretiene pensando en las necesidades e ilusiones de la persona amada. Leer más
El superpoder de la atención, que nos invita a cultivar con serenidad la vida interior y a concentrarnos en los demás. Leer más
El superpoder del cariño, que nos lleva a escribir auténticas cartas de amor con nuestra vida. Leer más
El superpoder del asombro, que nos inunda de ilusión la mirada y nos permite ver lo que no veíamos antes. Leer más
El superpoder de la paciencia, que cuenta con el tiempo y los perdones otorgados una y otra vez para sobrellevar la parte menos dulce del amor. Leer más
El superpoder de la delicadeza, un respeto profundo que se plasma en palabras de cariño; en gestos de ternura; en detalles de servicio… Leer más
El superpoder de la aceptación, que nos ayuda a mirar con sabiduría a los fantasmas del pasado, propios y ajenos. Leer más
El superpoder del cuidado, que nos mantiene alerta y nos incentiva a cultivar de todo corazón la intimidad que nos une. Leer más
El superpoder del optimismo, que nos dispone a reconocer todo lo que marcha bien en nuestra vida. Leer más
Y, sobre todo, el superpoder de tu manera imperfecta de querer, esa que te define y te hace especial. Leer más