El buque Aquarius vuelve a estar a la deriva en el mar Mediterráneo tras rescatar a 58 migrantes, en dos operaciones diferentes, en los últimos días. Las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, responsables de la embarcación, están a bordo y han solicitado llegar al puerto de Marsella. El Gobierno francés se ha negado.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha reconocido que su Gobierno «por ahora» no se plantea permitir la entrada del barco. Las ONG han solicitado llegar al puerto francés después de que el pasado fin de semana Panamá comunicase que retiraba la bandera del buque tras la presión ejercida por Italia.
Le Maire ha confirmado que será el presidente, Emmanuel Macron, el primer ministro y el responsable de Interir “quienes decidan”, en una entrevista a BFM TV. Pero ha avanzado que el Gobierno no tiene previsto encargarse de los migrantes “por ahora” ya que «Marsella no es el puerto más cercano».
Desde el Gobierno francés llaman a “respetar” las reglas de Europa sin señalar a ningún país en concreto y aplauden que Francia haya asumido hasta ahora una “importante” responsabilidad en materia migratoria.
El »Aquarius» emprendió el lunes rumbo a Marsella, después de que Panamá anunciase la retirada de la bandera «bajo flagrante presión económica y política del Gobierno italiano», en opinión de las ONG. «Hacemos una petición oficial a las autoridades francesas para que permitan el desembarco en Francia de las personas que están a bordo, por razones humanitarias. Es la única opción», afirmó en rueda de prensa el director de operaciones de SOS Méditerranée, Frédéric Penard.