30 años dan para mucho. En el caso de Britney Jean Spears, más conocida como Britney Spears, dan para participar en un programa infantil, conseguir ventas millonarias de sus siete discos, ser nombrada sucesora de la mismísima Madonna (e incluso besarla ante millones de personas), mantener un noviazgo con Justin Timberlake, llegar a lo más alto en las listas musicales de medio mundo e incluso resurgir de sus cenizas cuando ya casi todo lo tenía perdido (hijos incluidos).
Hoy es el cumpleaños de Britney, una de las estrellas más mediáticas surgidas de la factoría Disney. Los encargados del casting del »Club Disney» estadoundiese tuvieron un excelente ojo al apreciar las posibilidades de la incipiente artista, que rechazada a los 8 años para protagonizar el programa por su juventud, fue aceptada finalmente a los 11 (en 1992), donde compartió protagonismo con unos entonces también desconocidos Justin Timberlake y Christina Aguilera.
Esta participación, que le sirvió para darse a conocer entre los más jóvenes, duró hasta 1994, lo suficiente para abrirse camino en el mundo de la música. En 1997 el sello Jive Records se fijó en ella y decidió grabarle su primer disco.
»Baby One More Time», el boom
A finales de 1998 Spears lanzó el single »Baby One More Time», su gran pistoletazo de salida. El tema, que precedía a su primer disco de mismo nombre, dio la vuelta al mundo y situó a la cantante como una de las mayores promesas del pop. Con 22 millones de copias del disco vendidas en todo el mundo, este disco es, hasta la fecha, su mayor éxito en ventas. Aunque estuvo nominada a dos Grammy por su debut, no se llevó ninguno, algo de lo que sí puede presumir sobre los MTV Music Awards, del que recogió cuatro galardones.
Era difícil superar este éxito, pero Britney Spears casi lo igualó gracias a »Oops!… I did it again», su segundo álbum, que lanzó en el año 2000 y que tuvo una gran acogida –17 millones de discos vendidos. En ese momento muchos medios de comunicación la situaron como la sucesora de Madonna, es decir, »La princesa del pop».
Sus siguientes trabajos »Britney» en 2001 -9 millones de copias vendidas-, »In the zone» -6 millones- y »Blackout» -2»3 millones- coincidieron con el declive en lo personal de una artista que parecía haberse visto superada por la fama y comenzaba también a madurar en lo musical.
Algunos de los momentos más destacables de esta etapa trascendieron lo personal, como el ya mítico beso que protagonizaron Madonna y ella en los Premios MTV del 2003 o su comentada ruptura con el cantante Justin Timberlake, con quien mantuvo un romance, en marzo de 2002.
»Womanizer», el regreso
Con una carrera dada por acabada para muchos, la intérprete dio la sorpresa en 2008 con »Womanizer», el tema que adelantaba su sexto álbum de estudio, »Circus». Con una imagen más saludable de la que los medios acostumbraban a mostrar por aquel entonces, sus seguidores se entusiasmaron al anunciar su regreso a un papel protagonista en lo musical.
Con ese single, la artista consiguió su segundo número uno, después de »Baby One More Time» en la lista Billboard de EEUU, la más importante del país, y su nuevo álbum remontó las cifras del anterior con unas ventas que rondan los 3,4 millones, un dato más que destacable si tenemos en cuenta que el mundo ya estaba inmerso en plena era digital.
Tras esto, Spears ha reconducido definitivamente de manera acertada su carrera con »Femme Fatale», su séptimo y último disco hasta la fecha, que ha contado con los éxitosos singles »Till The World Ends» o »Hold It Against Me» (su tercer número 1 en la Billboard), y que marca su nueva era. Este auge de fama también se trasladó a su entorno digital, donde acumula 11.493.387 seguidores en Twitter o 15.448.539 en Facebook.
En estos 30 años la meteórica carrera de Spears también le ha permitido codearse con estrellas de la música como Rihanna (con la que colabora en S&M, que es su último éxito en la Billboard), Madonna, Eminem o Michael Jackson. Porque sí, 30 años dan para mucho. Pero sobre todo si eres Britney Spears.