En 1979, el estado de Israel lograba un histórico acuerdo de paz con el presidente egipcio Anwar Sadat y este se convertía en el primer líder musulmán en visitar el país. El acuerdo, impulsado por el presidente norteamericano Jimmy Carter, implicaba que las tropas israelíes se retiraban de la Península del Sinaí y la cuestión palestina aparecía de soslayo en el marco general de las negociaciones, aunque no se abordaría de una forma seria hasta más de una década después. La Conferencia de Madrid, en octubre de 1991, fue el punto de inflexión para que Israel y Siria, Líbano y Jordania empezaran a mantener relaciones bilaterales pero sobre todo marcó el inicio de las conversaciones con Palestina que fructificarían dos años después. Estos son los siete acuerdos fracasados
Tras tantos años de frustraciones, ya son muchos los que piensan que la mediación americana es un problema más que una solución. Pero al final el que tiene que llamar a Netanyahu para que frena la sangría tras centenares de muertos, la mayoría de ellos niños, es Obama. Eso tras varias treguas que no fueron tales.
El gobierno israelí debe tener en cuenta a la opinión pública de su país, donde un 85,6% de los israelíes se oponen a un alto el fuego, según un sondeo difundido por la radio militar, a pesar de que el conflicto dejó tres civiles fallecidos en territorio israelí y 43 soldados muertos.
El conflicto ha dejado también más de 170.000 desplazados en la Franja de Gaza, un 10% de la población, que encontró refugio en las instalaciones de Naciones Unidas.
Algunos pronostican que el camino de la paz son dos Estados, como el exembajador israelí en España. Pero Israel no lo cree ni Palestina reconoce a Israel como tal. Los túneles son el gran problema ahora para la población isreaelím la falta de libertad y de posibilidades económicas, de Palestina. Y mientras el debate ético de la guerra sigue su curso y la herida no cicatriza.