En un comunicado, Guterres ha instado a las partes a «contenerse y evitar la violencia, así como cualquier acción que pueda socavar la paz y estabilidad del país».
Mekonnen falleció a consecuencia de los disparos efectuados por su guardaespaldas cuando coordinaba las operaciones para desarticular el golpe desde su domicilio de la capital, Adis Abeba, según ha confirmado el primer ministro del país, Abiy Ahmed. Junto a él también ha muerto su ayudante, el también general Gezae Abera, antiguo jefe de la división logística del Ejército etíope.
Tanto el presidente del estado como uno de sus asesores, Ezez Wassie, fallecieron en el epicentro del golpe, la capital de Amhara, Bahir Dar. Allí, Ambachew había convocado una reunión con altos responsables de la región para discutir precisamente cómo amonestar a Asamnew por reclutar en público a milicias para desarrollar planes expansionistas.
Abiy también ha confirmado que una quinta persona, el fiscal general del estado de Amhara, Migbaru Kebede, se encuentra herido grave y está recibiendo tratamiento médico, antes de garantizar que el peligro ha pasado e informar de que el Gobierno ha asumido el control provisional del estado.
Guterres ha aplaudido, además, el «compromiso del primer ministro y el Gobierno etíope a la hora de garantizar que los culpables de dichas acciones son llevados ante la Justicia». El texto subraya que la ONU «sigue estando comprometida con el apoyo al Gobierno en sus esfuerzos por abordar los desafíos actuales».
De momento se desconoce el paradero del general disidente, un individuo estrechamente vinculado con la historia reciente del estado y que fue detenido una vez hace diez años por liderar un movimiento que pretendía anexionarse los estados de Tigrai –de donde precisamente procedían el jefe del Estado Mayor– Afar, Benishangul-Gumuz y partes de Eritrea.
Una semana antes, Asamnew había aconsejado abiertamente a la población amhara que comenzara a armarse, según manifestó a través de un vídeo de Facebook.