Dos de los personajes representativos del Carnaval gallego (Entroido, en Ourense), los ‘Cigarrones’ y sus parientes en Xinzo de Limia, las ‘Pantallas’, han tomado hoy el mando de estas dos villas orensanas en uno de los carnavales más representativos desde el punto de vista etnográfico, en el conocido como ‘Domingo Corredoiro’.
Esta jornada supone el punto de arranque al ciclo festivo más largo del Entroido del noroeste peninsular.
Desafiando a las frías temperaturas del interior de Ourense, estos personajes que asumen estos días una nueva identidad, mediante un proceso de transformación para el que necesitan la ayuda de una o dos personas, han dado la bienvenida al Carnaval de la provincia, en dos de los tres vértices, junto a Laza, del denominado «triángulo mágico», una fiesta donde la celebración «es un sentimiento» y no un Carnaval y dónde sus personajes «se visten» y no se disfrazan.
En total más de doscientos ‘cigarrones’ de todas las edades, mujeres, hombres y hasta bebés, en una jornada fría aunque soleada, han desfilado por las principales calles de la villa ante la expectación de vecinos y visitantes, hasta las iglesias para esperar la salida de los fieles de misa.
Todo ello bajo el ruido ensordecedor de las chocas y sus látigos (zamarras) que hacen fustigar durante todo el recorrido.
«El Corredoiro es el día más grande más grande para el cigarrón, a diferencia de otros días, hoy es el único protagonista», ha apuntado a Efe uno de ellos, Alberto Prieto, quien describe a esta figura como «pieza fundamental» del Entroido verinense, que comparte protagonismo el resto de los días con las mascaritas y capuchones.
Y es que la finalidad del domingo corredoiro es salir con las vestimentas para que la gente «vea que estamos aquí y conozca nuestro Entroido y nuestra fiesta», añaden en Xinzo.
Como es tradición, en Xinzo de Limia, las pantallas recorren durante toda la mañana las calles de la villa tras el estreno de los cigarrones.
A diferencia de Verín, lo hacen en «grupos pequeños» y no paran de bailar, saltar, brincar, y también acosan a los viandantes durante todo el recorrido, especialmente a aquellos que salen sin cumplir el rito del disfraz, y siempre acompañados por las vejigas infladas que hacen chocar entre sí.
Si por algo se caracterizan ambas localidades, es que vestir del personaje del Entroido «es un sentimento» que en muchos casos no pueden ni explicar, motivo que les lleva a preparar estas fiestas con muchos meses de antelación, e incluso a organizar sus vacaciones. No en vano, Xinzo y Verín ostentan el honor de ser Fiestas de Interés Turístico Nacional.
Respecto a los trajes, Prieto ha señalado que la principal diferencia entre peliqueiros, cigarrones y pantallas radican en «la localidad» y que «el sentimiento es diferente».
«El traje es prácticamente igual -en comparación con los felos de Maceda o los peliqueiros de Laza-«.
«Cualquiera que venga aquí, a Verín, va a disfrutar con la fiesta», ha resumido este cigarrón, quien reivindica la gran «diversión, gastronomía» que reina estos días en Verín, que tiene este jueves otra de las citas más queridas de la localidad, el Xoves de Comadres, que da paso a los días grandes de la localidad.
Para ver a los peliqueiros, en Laza, habrá que esperar todavía algunos días.
Su estreno tendrá lugar el domingo 11 de febrero, con la tradicional espera a la salida de misa y el saludo a los feligreses, y que dará paso, al día siguiente, al ‘Luns borralleiro’, cita indiscutible de su Carnaval, con el lanzamiento de hormigas, la bajada de la morena y el lanzamiento de harina y los toxos.
Los carnavales del oriente orensano (Manzaneda, Viana do Bolo y Vilariño de Conso) con sus foliones; Maceda con sus ‘felos’, o Bande, con los troteiros, completan la extensa oferta del carnaval más prolongado y autóctono del noroeste peninsular.