El Gobierno francés ha acordado con los supermercados la creación de una cesta básica de la compra bajo la etiqueta de «trimestre antiinflación», que los propios establecimientos elegirán y ofrecerán «al precio más bajo posible». El coste de esta medida será de «varios cientos de millones de euros», una inversión que se hará a costa de los márgenes de la distribución para que no afecte a los agricultores.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha presentado el acuerdo junto a la empresas implicadas, que han explicado que el proyecto comenzará en los próximos días y “será un dispositivo masivo, eficaz y protector” que pretende “proteger lo mejor posible a nuestros compatriotas contra la subida de precios”. El ministro ha explicado que considera que “el costo de la inflación debe ser compartido”.
Todos los productos que se acojan a esta medida llevarán un etiquetado común identificativo, pero serán los propios supermercados los que tengan la libertad de elegir cuántos y cuáles son los que eligen para formar parte de la cesta. El Gobierno asegura que se ha elegido este sistema para no interferir con la libertad comercial.