Las protestas en París contra la reforma de las pensiones aprobada por decreto por Emmanuel Macron han dejado una noche de disturbios en la capital francesa y 310 detenidos. Las movilizaciones se extienden a varias ciudades. «Espero que, si hay manifestaciones, se organicen en condiciones que sean conformes al Estado de Derecho», ha pedido el ministro del interior, Gérald Darmanin durante una entrevista.
Los ciudadanos franceses se han sublevado en masa contra una reforma que ha contado con el rechazo frontal de la oposición y de los sindicatos. Numerosos protestantes que se identifican con simbología de la confederación general del trabajo han cortado calles y zonas de alto tráfico. «Eso no debe hacerse. Hay armas democráticas de contestación», ha insistido Darmanin.
Rennes, Albi, Marsella, París, Nantes o Lyon son algunas de las ciudades en las que se han movilizado protestas espontáneas y donde se han atacado edificios oficiales, aunque sin «incidentes graves» en referencia a heridos de gravedad durante los enfrentamientos con la policía.
El Gobierno ha evitado la votación dela reforma de las pensiones en la Cámara Baja recurriendo al artículo 49.3 de la Constitución, lo que además de protestas y disturbios ha abierto la puerta a la moción de censura.