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Aunque tienen requisitos y trámites que pueden variar, para comprar una casa en Estados Unidos, España, o en cualquier otro país, lo importante es, en primer lugar, sincerarse sobre la situación financiera que se tenga, para así determinar el rango de precios que se puede manejar. Además, es imprescindible asesorarse muy bien sobre las opciones de financiación para obtener el crédito hipotecario más adecuado.
Tener una vivienda propia es el sueño de toda persona, bien sea un profesional que busca independizarse o para aquel que piensa formar una familia. Se trata de una de las inversiones personales más importantes, por tal motivo hay que tener en cuenta ciertas medidas para no llevarse sorpresas desagradables.
Dependiendo el país en el que se vaya a comprar la casa, las maneras para concretar la compraventa varían, como también los procesos tienen algunas diferencias en el caso de que el comprador sea ciudadano de ese país o residente, o si es extranjero.
En América, el país en el que más se ha desarrollado el sector inmobiliario es Estados Unidos, ya que el hecho de ser una potencia económica hace crecer el interés de tener allí un inmueble. Mientras que en Europa, uno de los países más atractivos para tener una casa es España, de hecho, a pesar del Brexit, muchos británicos siguen adquiriéndolas, así como los escandinavos se van sumando a esta tendencia.
Tomando como referencia estos dos países, resulta conveniente explicar los trámites y pasos que en cada uno se deben realizar, los aspectos a los que se les debe prestar mayor atención y algunos tips que servirán de orientación para iniciar el camino de cumplir este sueño.
Comprar una casa en Estados Unidos
¿Cómo comprar una casa en Estados Unidos? El proceso para comprar una casa en USA varía cuando el comprador es ciudadano o residente, o si es extranjero, aunque no significativamente. Los turistas tienen algunas restricciones, por ejemplo, ya que se les hace imposible adquirir apartamentos en régimen de cop-ops (cooperativa), aunque sí pueden comprar los que están en condominios, además de casas y fincas.
Algo que es importante aclarar, es que el hecho de comprar una propiedad en Estados Unidos no significa que esto sea una alternativa o “pase automático” para obtener la tarjeta de residencia.
Cuando la decisión de comprar un inmueble en Estados Unidos está tomada no se debe perder tiempo. Lo primero que debe hacerse es buscar información y una lista de propiedades en páginas web, revistas especializadas y periódicos, de tal manera que se puedan ver las opciones y apuntar las que más interesen. Es conveniente estar pendientes de los cambios de precios, para así saber cómo se mueve el mercado inmobiliario del país en el sector específico.
Un segundo paso es definir qué tipo de vivienda se va a comprar, lo cual tiene relación directa con la situación financiera que se tenga. La recomendación de los especialistas en este particular es buscar casas que no tengan un coste mayor de tres a cinco veces los ingresos del año, teniendo en cuenta que se debe pagar el 20% inicial y, seguramente, otra cantidad de deudas.
A esto le sigue conseguir la precalificación y preaprobación del crédito hipotecario, información necesaria para buscar inmuebles dentro del rango de precios acorde a la situación particular; conseguir el servicio de un agente inmobiliario, buscar la casa ideal y hacer una oferta.
Una vez elegida la casa y haber realizado la inspección correspondiente, lo que sigue es solicitar el crédito hipotecario. Es importante resaltar que un extranjero puede obtener este tipo de financiación, lo que sí es posible que las condiciones sean más estrictas: hay que aportar una suma inicial más alta, y posiblemente dependiendo del banco, garantías adicionales como un depósito para cubrir los pagos del primer año, seguro del inmueble, entre otros.
Es importante barajar muy bien las opciones que se tienen para obtener financiación en Estados Unidos. Una plataforma que ofrece información detallada para solicitar todo tipo de préstamos en este país es Créditos en USA, un sitio web muy completo en el que está todo lo que se necesita saber, además, sobre bancos, hipotecas, tarjetas de crédito, finanzas personales, impuestos, y mucho más.
Una vez realizado esto hay que esperar el resultado de la tasación de la propiedad que solicite el prestamista, que además hará todas las gestiones para que una compañía de títulos se encargue de la documentación correspondiente. Para cerrar la operación se deben firmar todos los papeles que acreditan la propiedad, incluso los del crédito. En dos días todo estará listo para entregar el cheque al vendedor.
En el caso de los extranjeros, el cierre de la operación puede tardar 30 días y se puede realizar, incluso, sin que el comprador esté en territorio estadounidense, ya que puede otorgar un poder notarial (power of attorney) a un representante.
El proceso en España
El proceso para comprar una casa en España también tiene algunas variaciones si se trata de un ciudadano español, comunitario o extranjero. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde un turista puede comprar una casa, en el caso de no ser residente español, el comprador debe tener obligatoriamente el NIE, que es un número de identificación único y personal, el cual es vital para realizar cualquier tipo de transacción en este país europeo.
En cuanto a la búsqueda de la casa, elegir el tipo de vivienda, el uso que se le dará (familiar o individual) y demostrar la situación financiera para limitar el rango de precios, tal y como se explicó anteriormente. Éstos son pasos que deben realizarse para comprar viviendas en cualquier país, así como solicitar un crédito hipotecario, seleccionar una agencia inmobiliaria, hacer la tasación, el contrato de compraventa, la escritura pública, la inscripción en el registro y el catastro, y todas las gestiones inherentes a la compra de un inmueble.
En España varían los tipos de tributos que se deben pagar, entre éstos se encuentra el Impuesto del Valor Agregado (IVA) que se paga en el momento de la venta, así como el Impuesto por Actos Jurídicos que se paga en Notaría, también al momento de la compraventa. Si se trata de una vivienda que no es nueva, hay que pagar también un tributo por transmisiones patrimoniales.
A partir de la compra, de forma anual se debe pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el cual es gestionado por los ayuntamientos, por lo cual es variable según la zona, así como impuestos por servicios de agua y basura.