El sol nos está regalando unos días tranquilos y estables que incluso nos permiten quitarnos los abrigos por fin. La primavera se ha adelantado y España está viviendo unos días estupendos para salir a la calle y dejar el confinamiento en casa.
La situación seguirá así al menos esta semana y parte de la que viene según destaca el director de Sirimiri Consulting, Eduardo Román, que asegura que los cielos seguirán mayormente despejados y con temperaturas muy suaves casi todo los días.
Pero la costa Mediterránea no tendrá tanta suerte. Tras vivir un invierno tranquilo donde apenas ha hecho frío y donde las borrascas han conseguido dejar agua en pocas ocasiones, los próximos días será la que sufra precipitaciones y una ligera bajada de tempeaturas.
Román cuenta que el anticiclón situado entre Reino Unido, Alemania y Eslovenia “mete viento de levante en la costa que se mezcla con un poco de aire frío que hay en las capas altas de la atmósfera y eso hace que se revuelva el ambiente”.
Así, las tornas cambian. El norte y centro peninsular estarán dominados por el buen tiempo y el sol, mientras que la costa Mediterránea y Baleares tendrán lluvia e inestabilidad durante algunos días a partir del miércoles.
El meteorólogo resalta que a partir de mitad de semana las temperaturas podrán bajar ligeramente en toda la península, pero seguirán siendo muy suaves y agradables, excepto por la noche y primeras horas de la mañana, momentos en los que los termómetros caen notablemente.
Las Islas Canarias también están viviendo unas jornadas de lluvia a causa de una “borrasca atlántica que se les ha acercado, pero a partir de este martes la situación comienza a mejorar”, explica el director de Sirimiri Consulting.
El norte de España registra las máximas del fin de semana
Contra todo pronóstico, el norte de España es el que ha tenido los termómetros más altos este fin de semana. Dos jornadas muy agradables en toda la península que incluso nos ha permitido guardar los abrigos durante el día.
Si no fuera por los daños materiales que se pueden observar en las playas gallegas y cantábricas, nadie diría que han sufrido tres meses del continuo azote de ciclogénesis explosivas que ha provocado olas gigantescas que han castigado toda las costa.
Durante el fin de semana se ha podido observa como los turistas y ciudadanos, deseosos de sol, se acercaban a las playas a disfrutar del buen tiempo que tanto ansiaban.
En Galicia el sábados e registraban máximas de 28,4 grados en Lugo, 27,4 en Monforte de Lemos o 26,2 en Ribadavia. Más cerca de temperaturas veraniegas que primaverales, tal y como destaca la Agencia Estatal de Meteorología.
El domingo los temómetros también alcanzaban sus picos más altos en el norte del país, superando los 26ºC en Cantabria y Asturias y los 25ºC en Vizcaya.