Poco a poco se van conociendo más datos de los teléfonos móviles de los Rosario Porto, Alfonso Basterra y su hija Asunta. La niña fue asesinada el pasado 21 de septiembre y su cuerpo apareció en la cuneta de una pista forestal cercana a Santiago en la madrugada del 22.
Los resultados de las investigaciones de la Guardia Civil apuntan hasta ahora como posibles autores del crimen a los padres de la pequeña, que llevan algo más de cuatro meses en prisión. »El Programa de Ana Rosa» de Telecinco ha desvelado algunos de los datos extraídos de los móviles de la familia.
Lo que más destaca de todo es que todas las conversaciones de whatsapp fueron borradas de los tres móviles. Es un dato relevante porque según apuntan en el matinal «es muy difícil recuperarlos una vez han sido eliminados». La compañía que lleva esta aplicación es muy reacia a dar las conversaciones borradas en una investigación, tal y como explica la periodista Cruz Morcillo, y no suele colaborar en las investigaciones.
Además de estas charlas telefónicas, en los teléfonos de Porto y Basterra también se borraron datos de geolocalización, sms, llamadas y contactos. Los analistas trabajan para recuperar todos estos datos para saber si tienen relevancia en la investigación del asesinato de la pequeña Asunta.
Es relevante también para el caso que no existen datos de las geolocalizaciones del 21 y 22 de septiembre, que para saber dónde se encontraban los padres de la niña serían una prueba clave.
Las conclusiones apuntan a que la niña fue sedada con altas dosis de Orfidal, para luego se asfixiada sin que opusiera resistencia. Los agentes que se encargan del caso señalan a Porto y Basterra como principales sospechosos del crimen de su propia hija.
Porto se somete al tercer examen psiquiátrico
La abogada se está sometiendo este jueves en los juzgados de Santiago a su tercer examen psiquiátrico de los siete que tiene que realizar.
Este se tendría que haber hecho el pasado viernes pero se suspendió porque Porto participaba como letrada en la declaración de dos forenses, dos testigos que aseguraron ver a Basterra en la calle la tarde en la que desapareció su hija, y la hermana del tercer imputado, dueño del semen que apareció en la camiseta de Asunta, que todo apunta a que fue una contaminación en el laboratorio.
La madre de la pequeña también ha solicitado al juez permiso para realizar ciertas actividades a pesar de que está en prisión como visitar a un traumatólogo, a un odontólogo, a un reumatólogo y a un acupunturista. La aboga alega que son tratamientos y exámenes médicos que necesita para controlar la enfermedad que sufre desde hace varios años, el lupus.
El juez Vázquez Taín que lleva el caso del asesinato de Asunta, ha respondido que estas peticiones no son de su competencia y las ha remitido a la autoridad de prisión correspondiente.