Hasta hace unos días se pensaba que Rosario Porto había ido solo con su hija Asunta a la finca de Teo, donde se habría cometido el crimen contra la menor. Pero, la declaración de dos testigos, incluida una menor compañera de la niña, sitúan al padre, Alfonso Basterra, fuera de su casa alrededor de las 18.20, tal y como publica La Voz de Galicia.
Esto contrasta con la coartada del periodista, ya que ha asegurado desde un primer momento que él no salió de su domicilio en toda la tarde ya que se quedó leyendo.
Los investigadores sospechaban que Basterra pudo colaborar con su exmujer en el traslado de Asunta hasta la casa de Teo, a tan solo 5 kilómetros de la cuneta de la pista forestal donde apareció el cadáver de la pequeña. Hasta el momento los expertos no tenían pruebas de que el padre de la niña hubiera salido de su piso y no podían situarle en el lugar de los hechos, pero los nuevos testimonios darían la vuelta a su versión. Aún con estas declaraciones, los analistas no tienen evidencias de que el periodista hubiese estado en la finca.
Asunta fue sedada con una dosis tóxica de Orfidal y asfixiada poco después, según el informe de toxicología y la autopsia. Los padres de la niña llevan cuatro meses en prisión por el supuesto asesinato de su hija, y cada vez queda menos para dar por finalizada la investigación.
Terminados los testimonios solicitados hasta la fecha, solo falta esperar a los resultados de algunas pruebas forenses y otras psiquiátricas de Porto.