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Fomentar las relaciones interpersonales, respetar a las personas y la naturaleza y comprometerse con desafíos positivos, son algunos objetivos de los campamentos de verano benefician la salud emocional y las habilidades sociales de niños y jóvenes. Cuáles son sus aportes y cómo saber qué campamento elegir.
Una actividad tan importante como lo es un campamento de verano, no puede decidirse con la llegada de las vacaciones. Es una decisión que debe tomarse con antelación y conociendo toda la información del centro donde se imparte y las diferentes posibilidades que se ofrecen.
Por ello, este es el momento de saber cuáles son los beneficios que tendrá como parte de la educación de nuestros hijos y elegir con prudencia el centro o espacio donde se desarrollará la actividad.
Cómo elegir el mejor campamento
Tanto los niños como los jóvenes tienen a su alcance un generoso y variado abanico de opciones. Pero quienes tienen la última palabra, son obviamente sus padres o tutores. A ellos les toca la importante tarea de elegir en quién confiar el cuidado de sus hijos durante las semanas o meses que dure el campamento. Y no se trata sólo de informarse sobre las actividades a realizar o buscar una buena tarifa.
Lo primordial a la hora de elegir un campamento de verano es elegir un centro con experiencia y reputación comprobables. No basta un testimonio positivo de algún conocido. Debemos tener en cuenta las medidas de seguridad, la cualificación del personal, la fiabilidad de sus datos de contacto y pago, así como también la cercanía con asistencia médica adecuada y la existencia de un seguro de accidentes y responsabilidad civil. Con respecto a las instalaciones, es importante chequear el estado del sistema de seguridad de las edificaciones, en especial los vallados y la disponibilidad de kits de primeros auxilios. También es importante que las zonas estén debidamente diferenciadas y señalizadas, ya que por lo general se trata de espacios muy amplios.
La Granja Escuela Ria del EO es un ejemplo que cumple con todos estos requisitos y cuenta con más de 30 años de experiencia. “Llevamos desde 1.990 llenando de magia los veranos de los más pequeños”, cuentan los responsables del Centro. “Después de un duro y largo curso, se merecen pasar un verano de lo más divertido, y con los campamentos de verano de la Granja Escuela Ría Del Eo, les daremos toda la diversión que se merecen”, agregan.
Beneficios emocionales y sociales
La diversión, el ocio y el deporte no van en caminos separados con la enseñanza de valores sino que, muy por el contrario, los fomentan.
En primer lugar, la forma de vida y las rutinas de los Campamentos de verano, fomentan las relaciones interpersonales del niño tanto con sus compañeros como con los monitores, enriqueciendo así sus habilidades sociales y el valor del compañerismo y la amistad durante todas las actividades.
Paralelamente, el respeto es una de las normas más importantes en un campamento de verano. Dado que suelen llevarse a cabo en espacios naturales, como el caso de la Granja Escuela Ria del EO en Asturias, ese respeto se traduce a la naturaleza, ya que el niño está en permanente contacto con ella y despierta su sensibilidad frente a otros seres vivos y el medioambiente en general.
Otro aspecto beneficioso es que al desarrollar propuestas como deportes, idiomas, surf, aventuras y actividades medioambientales, se fomenta el espíritu de compromiso con una meta, la disciplina y el sentido de autosuperación. Las competencias son entendidas como una oportunidad de mejorar, no como una instancia de rivalidad.
Por si fuera poco, todo esto sucede en un contexto positivo, agradable y divertido. Los niños pasan buena parte del año atendiendo obligaciones y responsabilidades que, muchas veces no se traducen en un cambio de hábito saludable o logros que realmente queden en su memoria intelectual y/o afectiva. Cuando el aprendizaje llega desde una emoción, ese aprendizaje no se olvida jamás. Y eso es lo que sucede, precisamente, en un campamento de verano.
Mejor en una Granja Escuela
La naturaleza es el escenario perfecto para que los valores y la diversión vayan de la mano. El contacto permanente con animales, espacios verdes y pasar la mayor cantidad posible al aire libre, aporta todos los beneficios mencionados anteriormente además de reforzar su sistema inmunológico.
En una Granja Escuela, los campamentos de verano incluyen actividades sumamente atractivas y positivas para niños y jóvenes como montar a caballo, tirolina, paintball, escalada en rocódromo, tiro con arco, etc.
La música y las veladas junto al fuego, ver a un pájaro alimentando a sus pichones, o contar historias bajo la noche estrellada, son recuerdos que los más pequeños atesorarán por el resto de su vida y le enseñarán mejor que cualquier otra experiencia, en qué consiste el verdadero cuidado y respeto por la naturaleza.