El cigarrillo clásico es uno de los formatos de mayor consumo en la sociedad y su uso data de tiempos ancestrales cuando Colón descubrió que los aborígenes americanos utilizaban la hoja seca de una planta para enrollarla y quemarla y así aspirar su humo. Con el tiempo la ciencia dio nombre a la planta y hoy es conocida como tabaco; principal componente del cigarrillo; sin embargo, las nuevas invenciones han dado paso a modificaciones que cautivan la atención de la sociedad moderna, y el cigarrillo electrónico es uno de ellos. Se trata de un dispositivo que prescinde de la combustión y en su lugar utiliza una sustancia que puede ser adquirida fácilmente en la tienda de e-liquids Terpy y que al calentarse emite vapor en vez de humo. Este mecanismo lo ha llevado a posicionarse con robustez como uno de los inventos más controversiales de los últimos tiempos.
¿Por qué el cigarrillo electrónico no produce combustión?
Una de las características más llamativas de los cigarrillos electrónicos es que su innovador sistema prescinde de la combustión. Y es que es bien sabido que el cigarrillo tradicional contiene tabaco y otros componentes nocivos para la salud que al someterse a una temperatura aproximada de 900 °C en cada calada da lugar a la emisión de humo y por consiguiente a las diversas sustancias tóxicas que se liberan en él. Por su parte el sistema que se incorpora en los dispositivos electrónicos hace que la temperatura no supere los 400 °C y por tanto lo que se expulsa es el vapor del líquido que contiene en su interior. Lo mejor de todo, es que dicho líquido puede o no incluir nicotina ofreciendo la posibilidad al usuario de alejarse del hábito del tabaco y evitar el daño a la salud que esta sustancia puede causar a corto y largo plazo.
¿Qué cualidades ofrecen los cigarrillos electrónicos?
A pesar de que los cigarrillos electrónicos han causado polémica mundial y que sus beneficios siguen siendo discutidos y debatidos. No se puede negar que cada vez son más los usuarios que apuestan por este sistema gracias a sus evidentes ventajas que se pueden apreciar a simple vista. En primer lugar, fumar con el cigarrillo clásico genera combustión no solo del tabaco sino de otras sustancias tóxicas como la nicotina y el alquitrán, entre otras. Mientras que con los e-cig se inhala vapor del e-líquido de preferencia del usuario y con una amplia variedad de sabores sorprendentes capaces de complacer las experiencias sensoriales de los más exigentes.
Por si fuera poco, los fumadores involuntarios o pasivos están expuestos a menos riesgos con el cigarrillo electrónico, debido a que en este sistema no existe la emisión de humo de segunda mano. Incluso, resulta más agradable y no hay tanta discriminación social, pues el aroma de los e-líquidos resulta de gran atractivo para muchos. Es evidente que con el uso de los e-cig queda atrás el molesto olor penetrante que deja el humo del cigarrillo clásico a su paso y que en los fumadores empedernidos se convierte en un sello distintivo, además el mal aliento también se supera, ya que el usuario puede no incluir nicotina en su líquido para cigarrillo electrónico. En relación con la cantidad de residuos que generan ambos formatos, queda claro que fumar un cigarrillo analógico da lugar a colillas, cenizas y cerillas que se convierten en fuente de contaminación para el medio ambiente. Este escenario queda invalidado con el uso de e-cig, ya que no se producen residuos al vapear.
¿Cuál es el mejor e-cigarrillo?
A pesar de que el primer intento de comercializar el cigarrillo electrónico tuvo lugar en la década de los 60, no fue hasta principios del siglo XXI que su impacto en la sociedad fue reconocido, al punto de convertirse en uno de los productos más vendidos a escala mundial. Desde entonces, diversos diseños, modelos y formatos de e-cig hacen vida en el mercado ajustándose a las necesidades de cada usuario tanto en funciones como en precio. Sin embargo, existen algunas reglas básicas que te permitirán escoger el que más se ajuste a tus necesidades. En primer lugar, ya seas fumador habitual o novato, evita escoger un cigarrillo electrónico muy sofisticado, pues debes comprender que la curva de aprendizaje será mayor y esto puede hacer incidir en el viejo hábito de fumar. Lo mejor será escoger un modelo de principiante con un funcionamiento práctico e intuitivo que te permita disfrutar la experiencia sin complicaciones y ganar destreza para pasar a otro más innovador. Otro punto que no puedes pasar por alto es la presencia de nicotina; recuerda que, si eres un fumador frecuente y reconoces tu adicción a esta sustancia, se recomienda que utilices e-liquidos con nicotina y vayas disminuyendo la concentración de la misma de forma progresiva hasta que seas capaz de tolerar niveles más bajos del habitual. No cabe dudas de que los cigarrillos electrónicos se convierten en un buen método para iniciar el camino hacia el abandono de la adicción.