La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha sido muy dura en su declaración contra la ley húngara que proscribe la homosexualidad en las aulas: «Este proyecto de ley húngaro es una vergüenza. He dado instrucciones a los comisarios responsables para que envíen una carta expresando nuestra inquietud desde el punto de vista jurídico antes de la entrada en vigor del proyecto de ley», ha explicado.
Además, la presidenta ha comunicado que abrirá un expediente contra Hungría ante la posible ilegalidad de las normas que plantea, por las cuales estará prohibido hablar de homosexualidad en las aulas del país.
«Esta ley discrimina claramente a las personas por su orientación sexual y va en contra de los valores fundamentales de la Unión Europea: dignidad humana, igualdad y respeto de los derechos humanos. No pondremos en peligro estos principios. Ya lo he dicho en otras ocasiones: Creo en una Unión Europea en la que seamos libres de ser como somos y de amar a quien queramos», ha asegurado tajante.
Trece países europeos, entre los que está incluido España, respaldaron hace unos días una declaración en la que pedían formalmente a la comisión europea que tomara medidas legales contra Hungría por la puesta en marcha de esta Ley discriminatoria: «Representa una forma flagrante de discriminación por la orientación sexual, la identidad y la expresión de género y como tal debe ser condenada», explicaba el texto impulsado por Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos.
La respuesta no se ha hecho esperar: «Creo en una Europa que acepte la diversidad. Utilizaré todas las competencias de la Comisión para hacer que se garanticen los derechos de todos los ciudadanos de la UE, quienesquiera que sean y dondequiera que vivan en la Unión Europea», ha sentenciado Von der Leyen.