Namibia estuvo bajo dominio alemán entre 1884 y 1915. Decenas de miles de indígenas fueron masacrados durante una serie de protestas contra el régimen colonial entre 1904 y 1908 o murieron de hambre o en campos de detención.
Los historiadores estiman que entre las víctimas mortales hay unos 65.000 herero y otros 10.000 nama, lo cual representa el 80 y el 50 por ciento de los miembros de esos grupos indígenas, respectivamente.
Una delegación namibia encabezada por la ministra de Cultura, Katrina Hanse-Himarwa, ha viajado a Berlín para recibir los restos mortales, que incluyen 16 cráneos y fragmentos de otros huesos y piel.
«Estos cráneos cuentan la historia de un brutal pasado colonial y de la consecuente opresión del pueblo namibio», ha dicho el clérigo namibio Ernst Gamxamub, que ha oficiado una ceremonia religiosa.
Es la tercera entrega que hace Alemania a Namibia de las víctimas del genocidio, cuyos restos mortales fueron trasladados a Europa para unos experimentos científicos que después fueron imitados por los nazis con los judíos.
Alemania nunca se ha disculpado formalmente por este genocidio. Los herero y los nama están luchando en los tribunales de Estados Unidos para conseguir reparaciones.
Michelle Muentefering, un alto cargo del Ministerio de Exteriores de Alemania, acompañará a la delegación namibia en su regreso al país africano, donde se espera que haya reuniones bilaterales el viernes.