En España el sector servicios es el que emplea a la gran mayoría de los trabajadores, concretamente a tres cuartas partes (74,9%), según los últimos datos publicados por la oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, que se refieren al año 2012. No obstante, este porcentaje se mantiene en la actualidad e, incluso, ha aumentado ligeramente desde entonces. Según un informe elaborado por Randstad con datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2013 fue del 76%.
Este gran peso del sector servicios español sería un poco superior a la media que se registra en los países de la Unión Europea. En la UE-27 esa media es del 70,1%, mientras que en los 17 países de la Zona Euro es del 71,7%. Y sienta sus bases en el gran peso que tienen sectores como el turismo y la hostelería en la economía nacional, marcados también por la temporalidad y la estacionalidad.
Pero esto no tiene por qué ser negativo en sí mismo, puesto que el desarrollo del sector terciario es propio de los países desarrollados. De hecho, los Estados miembros de la UE con mayor peso relativo del sector servicios son Luxemburgo, Reino Unido, Suecia, Dinamarca y Bélgica, que se encuentran entre los más ricos del continente.
Otros países avanzados de fuera de la Unión, como Suiza, tienen una proporción similar a la española, del 75,3%.
El peso del sector industrial
Según esos mismos datos de Eurostat, recogidos en el informe Employed persons economic activity 2012, la industria emplea en España al 20,7% de los trabajadores. Al contrario de lo que sucede con los servicios, este porcentaje es inferior en nuestro país a la media europea. Los Estados de la UE-27 presentan una media del 24,9% y los 17 de la Zona Euro del 24,8%.
Los países europeos con mayor peso de la industria en el empleo en comparación al resto de sus sectores económicos son los del Este, que están por encima del 30%. Por este orden, la República Checa (38,1%), Eslovaquia (37,5%), Bulgaria (31,3%), Estonia (31,1%), Eslovenia (31%) y Polonia (30,4%).
Entre los Estados occidentales destacan, por encima de la media europea y del 25%: Alemania (28,2%), Italia (27,8%), Austria (26,2%) y Portugal (25,6%).
Lo peor en este sentido para nuestro país es la tendencia a la baja en el peso del sector industrial en nuestra economía, que se ha visto reducido durante la crisis. Pero no se trata sólo de un problema español. Es algo que viene sucediendo en el conjunto de la Unión Europea, cuya industria ha perdido peso en el concierto internacional en favor de las economías emergentes. La Unión Europea considera crítica la recuperación de la importancia de la industria para generar empleo y para competir en el concierto internacional con otras regiones y países emergentes.