Existen muchos tipos de gripe aviar que son más o menos patógenas. Las principales afectadas son las aves, sobre todo las de tipo acuático como los patos. En estos animales, la infección puede manifestarse de diversas formas, desde síntomas leves, que pueden pasar desapercibidos, hasta una enfermedad que lleva rápidamente a la muerte y puede provocar una grave epidemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que los virus de la gripe aviar normalmente no infectan a los seres humanos. Sin embargo, se han dado casos de cepas hiperpatógenas que han provocado enfermedades respiratorias graves en el hombre.
En la mayoría de los casos, las personas infectadas habían estado en contacto directo con aves de corral infectadas u objetos contaminados por sus heces. No obstante, preocupa la posibilidad de que el virus pueda mutar y adquirir la capacidad de transmitirse fácilmente entre humanos, lo que aumentaría el riesgo de una pandemia de gripe.
El hasta ahora más conocido, que ha llegado a los humanos y uno de los más letales es el virus H5N1. Este se detectó por primera vez en el ser humano en el año 1997, durante un brote de gripe aviar en China.
El virus reapareció de forma generalizada en 2003 y desde ese ase año ha causado al menos 364 muertes de 615 casos. Se ha extendido desde Asia a Europa y África, y se ha arraigado en las aves de corral de algunos países, produciendo millones de casos de infección en estos animales.
En 2013, se registraron 38 casos de este virus en humanos en diferentes puntos del mundo, y acabó con la vida de 24 personas.
Preocupa mucho la tasa de letalidad de este virus en las personas porque, aunque parece que se transmite por el contacto directo o indirecto con las aves, ha habido casos en los que no se ha encontrado esta conexión, existiendo la posibilidad de que se haya transmitido entre humanos.
¿Cuáles son los síntomas del virus H5N1?
Este tipo de gripe aviar suele tener un curso clínico inusualmente agresivo, con un deterioro rápido y una elevada letalidad. El periodo de incubación oscila entre los dos y los ocho días.
Los síntomas que la caracterizan son los de una gripe normal con fiebre alta. También se puede dar que exista diarrea, vómitos, dolor abdominal, dolor torácico, y sangrado por la nariz y las encías.
La OMS destaca que una característica observada en muchos pacientes es la afectación temprana de las vías respiratorias bajas. De acuerdo con los datos actuales, la dificultad para respirar aparece unos 5 días después de los primeros síntomas. El distrés respiratorio, la ronquera y los crepitantes inspiratorios son frecuentes.