El arzobispo de Abuja (Nigeria), el cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, ha asegurado que están todos «avergonzados» por el secuestro por parte de los islamistas radicales de Boko Haram de más de 200 niñas de un internado al noreste del país y ha explicado que, mientras la mayoría de escuelas había cerrado por las amenazas de la organización terrorista, la escuela rural de Chibok había vuelto a abrir temporalmente para que las alumnas completaran sus exámenes finales.
Según ha indicado el cardenal a Radio Vaticana, los soldados encargados de la defensa de la escuela fueron incapaces de impedir a los terroristas que invadieran la ciudad y el internado. Onaiyekan ha precisado que «el hecho de que no se sepa nada concreto sobre su paradero ha cogido por sorpresa a casi todos los nigerianos». «No podemos explicar qué está pasando», ha remarcado.
Además, ha señalado que el pueblo nigeriano está «desconcertado» por la «incapacidad del Gobierno» de localizar a las niñas secuestradas, teniendo en cuenta su gran número y el apoyo presupuestario. «Sabemos que Boko Haram no tiene sentido de la humanidad. Sabemos que están matando a gente inocente. Pero que fueran capaces de hacer desaparecer a casi 300 niñas en el noreste de Nigeria sin dejar rastro de dónde están, realmente nos desconcierta», ha asegurado.
Manos Unidas afirma que, «a pesar de que o debido a que el petróleo hace de Nigeria una de las mayores economías de África, casi el 62% de los nigerianos vive en la extrema pobreza». Y esa pobreza, según añade, «es la que alimenta a los grupos radicales como Boko Haram, que recibe el apoyo de Al Qaeda en el Magreb y en la Península Arábiga».
Las manifestaciones pidiendo la liberación de las niñas han cruzado ya las fronteras y ya son muchas las personas que claman por el fin del secuestro. Las redes sociales se han convertido en el vehículo transmisor de un mensaje unánime #bringbackourgirls (Devolvednos a nuestras niñas).La situación de conflicto hace inviable que Manos Unidas apoye proyectos en la zona norte de Nigeria donde se ha producido el secuestro, aunque sí trabaja en otras regiones del país.