Al menos 200 personas han muerto en Nigeria en un nuevo ataque supuestamente cometido por la secta radical islamista Boko Haram en el estado norteño de Borno, según ha informado el diputado federal Abdulramán Terab desde la zona del suceso.
El ataque, que ocurrió en la tarde del lunes pero no ha trascendido hasta este miércoles, tuvo lugar en la localidad de Gamboru, en la frontera con Camerún, según ha precisado Terab en declaraciones hechas al diario local »Daily Trust».
«La gente está todavía contando los cadáveres. Han contando más de 200 y aún no han acabado», ha asegurado Terab, representante de la zona en la Cámara Baja del Parlamento nacional, en Abuya. «No hay ninguna familia que no se haya visto afectada en Gamboru», subrayó, antes de precisar que la población ya está oficiando funerales para enterrar a los muertos.
Un superviviente de la matanza, Mohamed Abari, de 60 años, ha relatado este miércoles ante los medios de comunicación que las víctimas mortales podrían ascender a 300. Los atacantes invadieron la localidad por la noche en decenas de camionetas y motocicletas y destruyeron más de 250 casas, dispararando a discreción contra los lugareños, según los testigos.
«Cuando los asaltantes llegaron, mucha gente estaba durmiendo. Yo me desperté por el ruido de los disparos y los gritos de angustia de quienes fueron tiroteados o forzados a salir de sus casas incendiadas. No recibimos ninguna ayuda«, añadió Abari. El testigo se ocultó en un bosque durante varias horas antes de poder huir a la capital de Borno, Maiduguri, a unos 200 kilómetros la localidad de la localidad atacada.
«Otro residente que escapó, después de esconderse varias horas, me dijo, cuando nos vimos en el bosque, que él personalmente había contado más de 300 cuerpos«, dijo Abari, quien puntualizó que los atacantes también usaron explosivos y lanzagranadas.
La sangrienga campaña de Boko Haram, desde 2009
Esta agresión no ha sido reivindicada por ningún grupo, pero se sospecha que pudo ser obra de Boko Haram, autor de numerosos ataques en el estado de Borno, base espiritual y de operaciones de la milicia islámica. Desde que la Policía acabó en 2009 con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, la situación en Nigeria se ha vuelto cada vez más tensa en un momento en el que, además, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por el secuestro de más de 200 niñas por combatientes islamistas del grupo radical. Boko Haram ha cometido hasta ahora tres secuestros, uno inicial en el que cautivó a más de 200 menores el pasado 14 de abril, y los dos últimos, que tuvieron lugar este martes también en el esta de Borno, en el que raptaron a ocho y tres niñas en dos pueblos separados.