“A veces en pocos meses se radicaliza un individuo”, asegura a www.interesa.es Carola García-Calvo, investigadora del terrorismo yihadista en España del Real Instituto ElCano. No obstante, añade que “No hay dos procesos de radicalización, cada uno es distinto”. Mientras que en los años 90, “los procesos de radicalización duraban cuatro años y medio como media, en la actualidad estos procesos son más intensivos y más cortos en el tiempo”.
En su opinión, «las redes sociales y la exposición a la propaganda yihadista han tenido un gran impacto en los jóvenes de las sociedades occidentales que se exponen de manera intensiva a esta propaganda. Aunque no hay que desdeñar, la importancia que todavía tienen el cara a cara para reclutar a combatientes».
Internet es sin duda la herramienta fundamental para el reclutamiento. De las investigaciones llevadas a cabo por la Policía española se ha podido determinar que el proceso de radicalización y captación estaba sometido a un protocolo y presentaba tres fases claramente diferenciadas:
Por un lado, a través de redes sociales como Facebook, las reclutadoras activas insertaban mensajes y propaganda en las que insistían en la “supuesta crisis de valores existente en la sociedad occidental actual” y que sólo puede ser compensada a través de la interpretación extrema de los valores del Islam. El mensaje está claramente dirigido a mujeres jóvenes. Las reclutadoras eran las encargadas tanto de difundir el mensaje como de filtrar aquellas respuestas positivas o de aceptación, llevando a cabo una selección de víctimas que pasarían a la siguiente fase.
La siguiente fase es la de selección. Las víctimas elegidas eran redirigidas a foros privados de WhatsApp cuyas administradoras eran las reclutadoras activas. En estos foros los mensajes sutiles se tornan en consignas de reprogramación, hasta que en un momento dado se apunta la necesidad de “pasar a la acción”.
La siguiente fase es la final. Sólo aquellas víctimas que dan el paso son las que pasan a foros exclusivos en los que se duplican las medidas de seguridad, de manera que, cuando el proceso culmina y sólo cuando el objetivo del reclutamiento se encuentra conseguido, se produce el contacto personal previo al desplazamiento.
«Las redes sociales han ampliado el espectro de captación ya que se llega a otros individuos que no se llegaba antes, así como el impacto del mensaje pero los lugares físicos siguen siendo importantes», insiste Carola García-Calvo.
El perfil de las jóvenes reclutadas por la red ahora desmantelada es heterogéneo, si bien todas cumplen con una serie de patrones comunes que evidencian su vulnerabilidad, tales como juventud (incluso algunas menores de edad), bajas expectativas socio-laborales o usuarias de redes sociales sin supervisión. Aunque las jóvenes reclutadas podrían ser originarias de cualquier lugar de España, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla eran las localidades preferentes para el reclutamiento. De hecho, de Ceuta y Melilla es el principal origen de las mujeres reclutadas.
Precisamente, Carola García-Calvo, investigadora del terrorismo yihadista en España del Real Instituto ElCano insiste, en declaraciones a www.teinteresa.es, que «si repasamos los detenidos por yihadismo en España desde los años 90, vemos que no hay ninguna mujer que haya sido detenida. Esta nueva oleada responde a la situación en Siria e Irak y a la propaganda de EI para atraer a mujeres».
En su opinión, «el perfil, en base a la poca información de la que disponemos, responde a mujeres jóvenes en su mayoría de Ceuta y Melilla» El motivo es que que «en estas ciudades están emergiendo las segundas generaciones y como sabemos, estas segundas generaciones son muchos más vulnerables al inicio en el proceso de radicalización en procesos de esta naturaleza». Por otro lado, «su localización geográfica, cercana al entorno marroquí«, también es un factor fundamental en la captación. En este sentido, no hay que olvidar que las redes de captación de nuevos combatientes para Siria e Irak desmanteladas por la policía en Espala son de carácter hispano marroquí. Asimismo, insiste en que «Catalunya, un país con tradición de recepción de inmigración es otro de los focos de captación de nuevos combatientes«
Las reclutadoras activas ofrecían a las jóvenes una visión completamente falsa e idealizada de lo que sería la vida en lo que denominan Califato del Estado Islámico. Bien como verdaderas “guerreras yihadistas”, bien como protagonistas de una vida sentimental perfecta al lado de un “muyahidin”. Nada más lejos de la realidad de padecimientos y vejaciones que les aguardan.
Ask fm, lo último para reclutar a yihadista
Uno del último vehículo de los yihadistas para captar a jóvenes es la red social Ask.fm. Se trata de una red social con 180 millones de usuarios en todo el mundo, muchos de ellos adolescentes. La peculiaridad de esta red frente a las anteriores es que la gente puede hacer preguntas de manera anónima.
En Ask.fm, los reclutadores a veces responden las preguntas ofreciendo su nombre de usuario »kik» para que los demás puedan ponerse en contacto de forma privada, explica CNN. Kik es una aplicación de smartphone para enviar mensajes. No obstante también hay foros web yihadistas donde se intercambia información usando software de encriptación avanzada, de acuerdo con Laith Alkhouri, director de Investigación de Flashpoint Global Partners, que analiza comunidades terroristas.
Entre las preguntas que reciben los yihadistas, la hay relacionadas con el campo de batalla: ¿Tienes miedo? Y, el yihadista responde que Si.
Otro de los mensajes, es sobre la ruta que realizan los combatientes para llegar a Siria e Irak. En este caso, el combatiente responde que esa información se envía a través del servicio KIK, que encripta mensajes en la red.
Las organizaciones islamistas recurren a foros de acceso libre y si detectan simpatizantes susceptibles de ser captados les facilitan contraseñas para entrar a plataformas alejadas del público y de las Fuerzas de Seguridad.
La estructura virtual de las organizaciones terroristas y el uso que hacen estas de las nuevas tecnologías se analiza en el estudio »Todo el peso de la ley. Apuntes jurisprudenciales sobre las operaciones contra el terrorismo yihadista en España», publicado por el Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI). Según sus autores, el experto Javier Jordán y la abogada María Ponte, Internet ha emergido como una «plataforma ideal de recluta, propaganda, financiación y adoctrinamiento» de los grupos terroristas.