El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha denunciado este viernes que varios de los inmigrantes desalojados a palos por los guardias del centro de detención de Manus se encuentran en estado grave. Así lo ha confirmado la organización a través de sus observadores presentes en el terreno, que han denunciado también las constantes restricciones a las que se está viendo sometido su equipo para documentar la situación.
Las imágenes, recogidas por la ONG australiana Coalición para la Acción por los Refugiados y divulgadas esta pasada madrugada por los medios nacionales, muestran a los guardias golpeando con varas de metal a los inmigrantes durante el desalojo final del centro — clausurado oficialmente el 31 de octubre –, una instalación de por sí criticada durante años por ser la máxima expresión de la durísima política antiinmigratoria de las autoridades australianas. En las redes sociales, algunos usuarios han mostrado imagenes del momento del desalojo.
Manus prison camp today pic.twitter.com/8LicQnNYo6
— Behrouz Boochani (@BehrouzBoochani) 24 de noviembre de 2017
How @PeterDutton_MP moved us from the detention centre into new centres in town, which are still under construction.
Thank you Australia for showing compassion and humanity.Now tell us what you want to do with us now in here? #ManusSOS pic.twitter.com/zjsEofzd1b
— Walid Zazai (@ZazaiWalid) 24 de noviembre de 2017
El ministro de Inmigración australiano, Peter Dutton, ha acusado a los activistas de «exagerar los acontecimientos» y de haber sido incapaces de presentar pruebas para refutar estas acusaciones. Sin embargo, fotos adicionales remitidas por las ONG a la cadena australiana ABC muestran al menos dos inmigrantes con varias contusiones.
ACNUR, por su parte, se ha declarado «profundamente perturbada» por la manera en que se ha desarrollado el que ha sido el último desplazamiento de refugiados. «El metraje que hemos visto conmociona y es inexcusable», según un comunicado en el que asegura que sus observadores han visto que varios de los refugiados permanecen en el centro, que algunos de ellos se encuentran «gravemente heridos» y que su equipo está siendo objeto de importantes restricciones que le impiden documentar apropiadamente su labor.
«La situación que se está desarrollando en Manus presenta un grave riesgo de deteriorarse todavía más, ha declarado el representante de ACNUR en Canberra, Thomas Albrecht. «ACNUR insiste en sus peticiones a los diputados y líderes australianos para que tomen acción inmediata a la hora de proteger a los refugiados y solicitantes de asilo a Papúa Nueva Guinea», ha añadido.