Esta semana hemos podido leer en Teinteresa que la popular actriz Angelina Jolie decidió someterse a una mastectomía radical doble (eliminación de las dos mamas) porque, sin haber desarrollado ella cáncer, sin embargo en su familia tenía antecedentes familiares de cáncer de mama y además después de realizarse unos análisis genéticos estos habían revelado que tenía una alteración genética en un gen asociado a cáncer de mama, el BRCA-1.
Hace ya tiempo que los científicos conocemos que alteraciones en el ADN de algunos genes específicos pueden ser un factor de riesgo para el cáncer y en concreto el cáncer de mama. En este sentido, los genes más estudiados son los genes que se llaman asociados o de susceptibilidad al cáncer de mama de tipo 1 y de tipo 2. El nombre de uso común de estos genes es el de BRCA-1 y BRCA-2 (del inglés breast cáncer-1 y breast cáncer-2).
Alteraciones en el gen BRCA-1 aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama aproximadamente unas cinco veces, pero también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de ovario unas diez veces. La proteína producto de la expresión de este gen también se llama BRCA-1 y su función fisiológica es impedir que las células crezcan y se dividan de forma incontrolada y en concreto las células que forman el conducto de la leche en la mama.
El que BRCA-2 también se ha asociado a cáncer de mama y ovario. En este caso de la expresión de este gen depende la síntesis de una proteína llamada también BRCA-2. El BRCA-2 tiene como función fisiológica reparar daños en los cromosomas y así el gen BRCA-2 pertenece a una familia de genes que se conoce con el nombre de genes supresores de tumores. Los genes supresores de tumores son genes que reducen la probabilidad de que una célula pueda convertirse en tumoral.
Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, en España se diagnostican cada año unos 22.000 casos de cáncer de mama. En la Unión Europea se diagnostican aproximadamente unos 370.000 casos de cáncer de mama al año. La prevalencia más baja de cáncer de mama la tienen países como Japón, Tailandia, Nigeria e India.
Según diferentes datos publicados, la supervivencia por cáncer de mama en España es superior a la media Europea, que se sitúa en el 76% en un seguimiento de cinco años y próxima a la de países muy desarrollados, como Francia, Suecia, Suiza, Italia, o los Estados Unidos de América (81% de supervivencia a los 5 años).
A veces pensamos que el cáncer de mama es una patología exclusiva de las mujeres y esto no es así. Desde estas mismas páginas de Teinteresa ya hemos dedicado un artículo específico al cáncer de mama en el hombre. Los antecedentes familiares marcan también de forma importante la incidencia de cáncer de mama en el varón. La herencia familiar de cáncer de mama en el varón parece que se debe principalmente al gen BRCA-2.
La verdad que la valiente decisión de Angelina ante el conocimiento de la alta posibilidad genética de desarrollar cáncer de mama, pone una vez más de manifiesto la importancia que las nuevas tecnologías y conocimientos científicos, y en concreto el conocimiento genético, va adquiriendo para la prevención y tratamiento de muchas patologías que tienen un componente de heredabilidad contrastado.
Ya hemos comentado en otras ocasiones que el estado anímico es muy importante en la lucha contra diferentes patologías, incluidas las oncológicas. Un estado anímico de felicidad o alegría potencia las células del sistema inmunológico. Hacer deporte es una buena forma de estimular también el sistema inmune. Diferentes estudios han sugerido que la práctica de ejercicio físico puede ayudar a prevenir la enfermedad oncológica.
Hablando de deporte, permítanme hoy una licencia para terminar, felicitar a los atléticos por su victoria en la Copa del Rey de fútbol de este año 2013.