El informe PISA que analiza la capacidad de los alumnos de 15 años para resolver los problemas cotidianos revela un resultado peor para los estudiantes españoles que el obtenido en la prueba básica sobre matemáticas, lengua y ciencias.
España saca 477 puntos, 23 menos que la media de la OCDE y se sitúa en puestos de cola entre los 44 países analizados, al nivel de Eslovenia, Polonia, y cerca de Chile, Israel y Turquía.
Los países que obtienen las puntuaciones medias más altas son Corea del Sur (561,1) y Japón (552,2). Chile (447,9), Israel (454,0), Turquía (454,5), Hungría (459) son los países que obtienen las puntuaciones medias más bajas. En puestos intermedios se sitúan Austria, Noruega, Irlanda, Dinamarca y Portugal, con alrededor de 500 puntos, mientras que España (476,8) tiene una puntuación media inferior a la de la OCDE. Pero hay diferencias entre comunidades: Catalunya (488), País Vasco (496,3) y Madrid (507) están por encima de la media nacional. En el caso de Euskadi, se sitúa al nivel de Noruega, Suecia e Irlanda, y la Comunidad de Madrid obtiene puntuaciones similares a EEUU, Alemania y Bélgica.
En la media de los países de la OCDE, los chicos obtienen 6,6 puntos más que las chicas. En el caso de España, el estudio señala que hay más chicos, un 9%, entre los mejores en la resolución de problemas. En el caso de las chicas, esta proporción es del 6%.
No obstante, en algunos países las chicas han obtenido mejores puntuaciones que los chicos, aunque las diferencias no son significativas. Esto pasa en Finlandia, Eslovenia, Suecia, Noruega y Polonia.
El 25% de los españoles se queda atrás en lo digital
El resultado de la media de la OCDE en pruebas digitales, tanto de mates como de lengua, es de 497 puntos. Corea del Sur y Japón obtienen los mejores resultados, mientras que Hungría, Israel y Chile se sitúan a la cola. Los estudiantes españoles de 15 años sacan 475 puntos en las habilidades prácticas de matemáticas y 466 en lectura.
Las diferencias observadas entre los resultados de España y los de la OCDE son más amplias en las pruebas digitales que las pruebas estándar, tanto en matemáticas como en lectura.
Por comunidades autónomas, los estudiantes del País Vasco obtienen unos resultados significativamente mejores que la media nacional. Aproximadamente, uno de cada cuatro estudiantes españoles (25%) no llega al nivel de rendimiento en las pruebas digitales de matemáticas y lectura, una proporción más alta que en el conjunto de la OCDE y mayor que en las pruebas por escrito de PISA. De nuevo los estudiantes madrileños, vascos y catalanes están mejor que el promedio nacional.
A los alumnos españoles les cuestan más los ejercicios digitales y esto se refleja también en que los alumnos en los niveles más altos en estas pruebas es aproximadamente la mitad que el que se registra en las evaluaciones escritas. “Hay un déficit importante en el uso de las tecnologías de la información por parte de los estudiantes de 15 años en España; sobre todo, si se tiene en cuenta que en el conjunto de la OCDE el porcentaje de estudiantes en estos niveles es el mismo en las pruebas digitales que en las impresas”, señala el informe.
Los chicos, mejor en matemáticas y peor en lectura
Este estudio de PISA indica que los chicos logran mejores resultados en matemáticas y peores en lectura que las alumnas. Una situación que se da tanto en la OCDE como en España, donde las alumnas del País Vasco superan con diferencia a los chicos en lectura digital.
El informe también analiza el rendimiento de los alumnos inmigrantes en las habilidades prácticas. La conclusión general es que estos estudiantes obtienen peor puntuación que la media. En España, las diferencias son mayores: 65 puntos en matemáticas y 85 en lectura. “Esto parece indicar que la brecha entre los estudiantes nativos e inmigrantes se amplía cuando las pruebas se realizan en espacios donde se usa la tecnología. Serían necesarias medidas para reducir esta enorme diferencia”, dice el estudio de la OCDE.
El nivel educativo de los padres también influye en los resultados de los estudiantes. A mayor nivel educativo, mejores son los resultados obtenidos. Así, los estudiantes españoles cuyos padres tienen estudios superiores sacan hasta 44 puntos más en la prueba digital de matemáticas y 41 en la de lectura que aquellos cuyos padres no han alcanzado la educación secundaria superior. Pero las diferencias observadas en España son más bajas que las obtenidas en el conjunto de la OCDE (69 puntos en matemáticas y 74 en lectura).
Otro factor que incide en los resultados es la proporción de estudiantes que repite curso. De los alumnos españoles que realizaron las pruebas en formato digital, la tercera parte son alumnos que ha repetido un curso (24%) o dos cursos (9%), cifras significativamente más altas que las del conjunto de países de la OCDE: el 15% repiten un curso y el 2% dos cursos. Hay que tener en cuenta que la tasa de repetición en España es del 35% entre alumnos de 15 años.
Diferencia de tres cursos entre Corea y Chile
El análisis de los resultados de esta prueba apunta que en la OCDE, uno de cada cinco estudiantes solo es capaz de resolver problemas muy sencillos en los que las situaciones planteadas hacen referencia a situaciones familiares. Sin embargo, en Corea del Sur y Japón, más de nueve de cada diez estudiantes pueden completar tareas más complejas. Estos países stán cerca de conseguir el objetivo de que cada estudiante disponga de las herramientas básicas necesarias para afrontar retos cotidianos desconocidos.
El primero del ranking es Corea del Sur, donde los alumnos sacan 561 puntos de media; en última posición se sitúa, Chile (448 puntos). La diferencia entre ambos países equivale a tres cursos escolares.
En general, los estudiantes de 15 años de la OCDE que logran buenos resultados en matemáticas, lectura o ciencias también los tienen en la capacidad para resolver los problemas cotidianos.
En Estados Unidos, Reino Unido y Australia, los estudiantes con mejores puntuaciones son los que resuelven con más facilidad los problemas. En cambio, en Japón, Corea del Sur e Italia el buen rendimiento en resolución de problemas proviene de estudiantes con resultados en los niveles bajos de matemáticas. En España, no todos los estudiantes que superan las pruebas de contenidos aprueban estos ejercicios prácticos.
PISA pide fomentar la constancia, creatividad y la intuición
El informe PISA plantea que los países que se quedan rezagados en la resolución de problemas deben mejorar el temario y cambiar el método de enseñanza para promover “un aprendizaje útil”, que es “uno de los retos pendientes en varios países, entre los que se encuentra España”. El documento insta a que los sistemas con resultados pobres entrenen a los alumnos para estar abiertos a novedades, dudas, incertidumbres, y manejar situaciones que requieren constancia, curiosidad y cierto nivel de intuición y creatividad.
En otros países, los estudiantes se manejan bien en situaciones que requieren su conocimiento para planificar y ejecutar la solución a una tarea; pero encuentran dificultades para utilizar ese conocimiento por sí mismos, plantearse preguntas y experimentar con alternativas. En resumen, tienen dificultades para llevar a cabo tareas que requieren procesar información abstracta.