En el día de reacciones al proceso participativo vivido ayer en Catalunya, Convergència ha sido de los últimos en lanzar su mensaje: el coordinador general de CDC, Josep Rull, ha abogado por intentar negociar un «referendo pactado» con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero, en vistas a que es una «vía altamente improbablemente«, ha dicho, también impulsará «en paralelo» las negociaciones para unas plebiscitarias.
Después de la reunión de la ejecutiva del partido, Rull ha comparecido en una rueda de prensa para apuntar que la negociación con el Gobierno central es una cuestión que debe ir «muy rápido» y que «no se puede eternizar», mientras que es «radicalmente optimista» de cara a acordar unas plebiscitarias.
Además, Rull ha señalado que el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no debería tardar más de dos semanas en responder a la invitación a negociar un referendo que le hará el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a través de una carta.
«No se puede alargar excesivamente en el tiempo, hablamos de una semana o dos como mucho para esta respuesta», ha indicado.
Rull ha comparecido junto con los dirigentes Lluís Corominas, Mercè Conesa, Irene Rigau, Meritxell Borràs, Francesc Sánchez, Jordi Turull, Pere Macias y Josep Lluis Cleries para escenificar la satisfacción de la formación con el proceso del 9N, que, en su opinión, fue «un triunfo de la dignidad de un pueblo».
A su llegada a la sede de CDC, Mas ha sido recibido con aplausos por la cúpula del partido y se ha fundido en un abrazo con dirigentes como Xavier Trias, Francesc Gordó o Felip Puig.
El dirigente convergente ha lamentado, en alusión al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que haya dirigentes de los grandes partidos políticos que, en lugar de vivir ayer en Cataluña el 9N, vengan hoy a visitar Barcelona.
«Mandato democrático sobre la independencia»
Artur Mas comparecerá mañana para explicar los próximos pasos tras el 9N, entre los que destaca la carta que enviará en breve a Mariano Rajoy para trasladarle el resultado del proceso participativo y animarle a acordar un referendo.
El número dos de CDC ha avanzado que lo que quieren a partir de ahora es lograr un «mandato democrático definitivo» sobre la independencia, para el cual ha apuntado dos vías que van «en paralelo».
Una es pactar con el Gobierno central un referendo como el de Escocia o Québec, aunque Rull ha admitido que es «altamente improbable», y más aún, ha dicho, tras la «salida de tono» de ayer del ministro de Justicia, Rafael Catalá.
El coordinador general de CDC ha afirmado que la negociación con el Estado no se debería «eternizar», porque es una cuestión que debería ir «muy rápido» y, aunque no ha querido fijar un plazo para las conversaciones, sí que ha apuntado que Rajoy debería responder a Artur Mas en cuestión de «dos semanas».
La otra opción es acordar unas elecciones de tipo plebiscitario que, para CDC, debería contener una «candidatura de país» y un «punto único» en el programa que contenga el »sí» a la independencia.
Rull ha subrayado que en el escenario de un referendo acordado o unas plebiscitarias la respuesta sería de »sí» o »no», por lo que ha dicho que les queda trabajo para convencer a los del »sí-no» (un Estado no independiente), que es lo que votó el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida.
Ante la petición de ERC de convocar elecciones anticipadas para formar un Parlament y un Govern constituyentes, Rull ha recurrido a una metáfora futbolística: «Ayer ganamos de forma rotunda la semifinal, ahora tenemos que ver cómo, dónde y cuándo jugamos la final para ganarla».
A la espera de la reunión de la ejecutiva de CiU de esta tarde, Unió ha abogado hoy por negociar con Rajoy una nueva consulta y ha descartado un adelanto electoral, aunque ha admitido que, si no hay un acuerdo con el Estado, se verán «abocados» a unas plebiscitarias.
Unió, partidaria de negociar una consulta legal
Por su parte, el secretario general de UDC, Ramon Espadaler, ha rechazado que se avancen las elecciones catalanas, y ha exigido al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, que recapacite y se abra a negociar una consulta legal «con todas las consecuencias» sobre el futuro político de Catalunya, para no verse abocados a unas plebiscitarias.
«No es la hora de elecciones, es la hora de gobernar y de negociar un pacto político que permita una consulta legal con todas las consecuencias. No hay más salida política», ha sostenido el también conseller de Interior en rueda de prensa tras el comité de gobierno de UDC, con la portavoz del partido, Montserrat Surroca.
Según él, en la votación del 9N no se pedían elecciones pero sí se visualizó «el rechazo radical al estatus que tiene Catalunya dentro del Estado», por lo que ha emplazado al Gobierno central a recapacitar y entender que la solución pasa por la política y no por los tribunales.
Sin embargo, ha destacado que, si Rajoy persiste en su «ceguera», en no querer negociar y se cierran todas las puertas, se verán abocados a unas elecciones plebiscitarias, que no desean.
«Más negativas nos conducen a convertir unas elecciones en el Parlament en elecciones plebiscitarias, y no es la mejor alternativa. La mejor alternativa es el diálogo y facilitar la consulta», ha subrayado.
Aunque no se ha llegado a decir que es la última oportunidad para el diálogo, sí ha avisado de que se está «al límite de los límites», y que si Rajoy no recoge este guante habrá plebiscitarias en Catalunya.
Para Espadaler, Rajoy no puede minimizar e ignorar que 2,2 millones de personas votaron el 9N, y debe dar una salida política al deseo de «cambio profundo» que los catalanes expresaron en las urnas.