No es el momento y tampoco se dan las circunstancias para que , alcalde de Toledo, aspire a liderar el PSOE. El dirigente castellanomanchego se ha marcado sus propios tiempos y ahora sus ambiciones políticas se centran en su comunidad, por lo que se ha autodescartado, de momento, para suceder al actual secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubialcaba.
Emiliano García-PageDespués de formar parte durante varios meses de la terna de aspirantes a sustituir, tras un proceso de primarias, a Pérez Rubalcaba, ayer mismo se ponía de perfil y fijaba sus prioridades en la política regional.
García-Page quiere presidir la Junta de Castilla-La Mancha, si se lo permite María Dolores de Cospedal, una aspiración en la que lleva trabajando desde hace años y que se frustro tras las entrada en escena de José María Barreda.
El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, lo dejo meridianamente claro y descartó a García-Page, como candidato a la secretaría general del PSOE, asegurando que «va a ser el futuro presidente de Castilla-La Mancha».
Así lo ha indicado, a preguntas de los medios, Fernández Vaquero, quien ha añadido que «puede enredar el que quiera, pero en la cabeza de García-Page está ser el presidente de Castilla-La Mancha». «Emiliano tiene el deber moral de quitar los dolores que tiene esta región, que es a lo que se ha comprometido», ha añadido.
Próxima parada, la política nacional
Tras ver cumplido su sueño -gobernar su región- el ambicioso García Page podría marcarse como objetivo saltar al política nacional. Cuenta con apoyos importantes dentro del socialismo, entre ellos el de dos expresidentes de la Junta: José Bono y José María Barreda.
García Page ha sido uno de los pocos dirigentes socialistas que no ha perdido respaldo y su juventud e independencia son bazas importantes que podrá utilizar el político castellano manchego. Desde el Partido Popular aseguran que su última campaña electoral la ha basado en él mismo y nada en su partido, el PSOE.
Su discurso es moderado, pero desde luego no tanto como del de su padrino José Bono.
García Page empezó muy pronto en política. Con 18 años fue el concejal más joven de España, y con 23, el consejero autonómico de España.
Javier Rueda, quien fue durante muchos años ha sido el jefe de Gabinete de Emiliano García-Page, reconocía recientemente a TeInteresa que «la idea de presentarse a la alcaldía de Toledo fue idea suya. Mucha gente se lo desaconsejó porque Toledo es un bastión muy conservador. Pero la gente le ha avalado y el pasado año revalidó el título, y puso en valor su perfil político frente al del PSOE nacional».
Un perfil que, a tenor de lo visto, se caracteriza por el sentido común, por «trabajar cuerpo a cuerpo con los ciudadanos, rechazando sectarismos y fundamentalismos, en contacto con la realidad. Y abanderando políticas para todo el mundo, para los empresarios y para los trabajadores, con un único objetivo: crear empleo«, recalcó Rueda.
Según Rueda «su ideología es la del sentido común: es socialista pero también es católico practicante, aunque no va por la calle de rodillas ni dándose golpes en el pecho».