La tasa de desempleo podría descender en menos de una década hasta el 7% en el mejor de los escenarios, según las previsiones recogidas en la 45ª edición del Índice Laboral ManpowerGroup elaborado por el grupo de recursos humanos y empleo del mismo nombre, dirigido por Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Para elaborar sus estimaciones este estudio tiene en cuenta las previsiones de población ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y plantea un horizonte de crecimiento en la media de los cinco países que más crecerán en los próximos diez años, que son Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Suecia y Alemania.
Siguiendo estas pautas, la población en edad de trabajar retrocederá en casi un millón de personas, 960.000, en el año 2023. Un fenómeno el del descenso demográfico español que hace presagiar, según el profesor Oliver un nuevo boom inmigratorio en nuestro país, que precisará de nuevo la llegada de trabajadores de otros países. El catedrático cree que estos inmigrantes tendrán cualificación media y alta.
Una moneda con dos caras: la cruz, para el mantenimiento del sistema de pensiones porque supone una reducción del número de cotizantes y un aumento del de pensionistas por el envejecimiento de la población. La cara, para el paro, que descendería por la reducción del número de activos.
La población activa en España en ese año presentaría una caída menor que la de la población en la edad de trabajar, debido al aumento de la tasa de actividad. Se situaría entre 22,3 (la hipótesis de crecimiento más bajo de la actividad) y 23,3 millones de personas (en la hipótesis de crecimiento más alto). En la hipótesis de crecimiento medio quedaría situada en 22,9 millones (-111.000 activos respecto a 2014).
Proyecciones de empleo hasta 2023
Estimando un crecimiento del empleo del 1% anual durante los próximos 10 años (hipótesis media), se crearían unos 2 millones de empleos hasta el año 2023 (cerca del +11%).
Este crecimiento en el número de ocupados junto al descenso de la población activa significaría una disminución del paro en casi 2,1 millones de desempleados, desde los 5,8 millones del tercer trimestre de 2014 hasta los 3,7 millones en el año 2023, lo que supone un retroceso del 35,7%.
El informe señala que la tasa de paro en 2023 probablemente se sitúe alrededor del 15% aunque podría caer hasta el 7% si las condiciones son suficientemente favorables.
Años 2015 y 2016
Según este mismo informe, España podría crear unos 250.000 puestos de trabajo netos anuales en 2015 y un número similar en 2016. Unas previsiones siempre condicionadas al comportamiento de la economía europea y de los países emergentes que de empeorar podrían suponer un freno para nuestro país.
Generación de puestos por actividades
La industria ha comenzado a crear empleo en los últimos 12 meses de manera significativa, y también los servicios generan puestos de trabajo netos. Por el contrario, el sector primario y la construcción han destruido, aunque éste último ya casi alcanza el punto de equilibrio.
Éste es precisamente uno de los aspectos más positivos de la mejora de la ocupación, según el catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona: el fuerte avance del empleo industrial, que había perdido cerca del 30% de sus efectivos durante la crisis. En el año que va del tercer trimestre de 2013 al tercero de 2014 el crecimiento ha sido de 82.000 ocupados (+3,5%).
Por su parte, el sector servicios ha ganado 224.000 ocupados entre el tercer trimestre de 2013 y el tercero de 2014, que supone un incremento del 1,7% interanual. Un aumento especialmente intenso en el último semestre, de abril a septiembre, con 478.100 nuevos puestos de trabajo (+3,74%), la subida más importante desde el inicio de la crisis.
Las actividades que mejor se han comportado en el sector industrial han sido ese último año la automovilística, material del transporte, químico-farmacéutica, y alimentación, bebidas y tabaco. Por su parte, en los servicios destacan como generadores de empleo la hostelería, el comercio, los servicios a empresas, el transporte, las administraciones públicas y la sanidad.