El presidente ruso, Vladimir Putin, cuyo país se encuentra entre los más castigados por el descenso del precio del petróleo, asume que los niveles actuales se mantendrán hasta mediados del año que viene. Rusia no pertenece a la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) pero son las decisiones de este cartel el que dirige el mercado.
El pasado jueves en Viena, los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidieron mantener en 30 millones de barriles diarios su nivel de producción durante los próximos seis meses. Arabia Saudí, principal productora, ganó la batalla a Venezuela, que era partidaria de rebajar la producción para subir los precios. De ahí los cálculos de Putin.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que la ralentización de China y la economía mundial, unida a la producción de gas esquisto, garantizan un precio bajo del crudo para mucho tiempo.
Los analistas de Barclays creen que el precio del barril no sobrepasará los 100 dólares de aquí a los próximos meses, mientras que en XTB fijan el suelo del precio entre 60 y 65 dólares el barril. Una cotización más baja implicaría que numerosas explotaciones dejarían de ser rentables.
La semana pasada, el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, aseguró que a corto plazo continuará la «tendencia a la baja», aunque advirtió que el escenario puede revertirse en el futuro si no se invierte ya en Irak. «La estabilidad y el apetito por invertir allí es cerca de cero, pero para lograr producción en los años venidores hay que invertir hoy, ya que no es automático», aseguró Birol la semana pasada desde Madrid, en un acto organizado por Enerclub.