Santiago Longarela, abogado que se ocupa de la defensa de Juan Carlos Pernas, un profesor de Química acusado de matar a su mujer en agosto de 2010, ha informado de que solicitará en el juicio que se iniciará a las 10:00 horas la libre absolución para su patrocinado o «subsidiariamente» una reducción notable de la pena que pide el fiscal, casi 25 años de cárcel.
En declaraciones a los medios hace escasos minutos, a las puertas de la Audiencia Provincial de Lugo, ha indicado este letrado que los hechos que se le imputan a su cliente son el resultado de un «brote psicótico» derivado de la situación personal en la que se hallaba el docente a consecuencia de la separación de su mujer, que había iniciado una relación con otra persona.
A partir de las diez de esta mañana comenzará la selección del jurado popular, que estará formado por once personas.
Los hechos ocurrieron el 26 de agosto de 2010, en el domicilio que ambos compartían con sus dos hijos, que hoy tienen trece y catorce años.
El acusado era profesor en un instituto de secundaria de Lugo, y con la fallecida, que en el momento de su muerte tenía 43 años, había contraído matrimonio en 1997, aunque según el ministerio público su relación se fue «deteriorando paulatinamente y cesó a mediados de 2009», pese a que ambos seguían «viviendo juntos» en el piso familiar.
En el escrito de acusación, al que EFE ha tenido acceso, el fiscal sostiene que el acusado, cuando se enteró de que la mujer había iniciado una relación sentimental con otro hombre, en junio del año 2009, sustrajo de su bolso la tarjeta de su teléfono móvil, para controlar sus llamadas y, más tarde, también consiguió las claves para tener acceso «con total libertad» a su correo electrónico.
Según la acusación pública, llegó a amenazarla de muerte, con frases como «lo de Marta del Castillo no va a ser nada en comparación con lo que te va a pasar a ti», pero también con desfigurarla con los productos químicos que tenía en su laboratorio o incluso con hacer daño a los hijos comunes.
Finalmente, de acuerdo con las conclusiones del fiscal, el acusado decidió acabar con la vida de su mujer, para lo que dejó en su casa un hacha, con la que pretendía golpear a su esposa en la cabeza para que perdiera el conocimiento, y una correa de persiana, con la que quería asfixiarla para que no oyesen nada los vecinos.
Sobre las tres y media de la madrugada del 26 de agosto de 2010, según el relato del fiscal, Juan Carlos Pernas entró en la habitación de su mujer, «pensando que la encontraría dormida y sería fácil acabar con su vida», pero al incorporarse, el acusado «le propinó un fuerte golpe en la cabeza con el hacha con intención de matarla».
«Como no logró dejarla inconsciente, el acusado le asestó tres golpes más en la cabeza», y la mujer falleció «en pocos minutos», a causa de la «fractura de la base del cráneo producida por los golpes que le propinó el acusado», concluye el fiscal.
El ministerio público pide para el acusado tres años de prisión por un delito de violencia habitual en el ámbito familiar, diez meses de cárcel por maltrato de obra en el ámbito familiar y otros diez por amenazas, así como diecinueve años de cárcel por el delito de asesinato, con el agravante de parentesco.
En caso de que los hechos descritos sean considerados un delito de homicidio y no de asesinato, solicita para el acusado quince años de cárcel.
También pide una indemnización de 150.000 euros para cada uno de los hijos del matrimonio y de 30.000 euros para los padres de la fallecida.