Mario Conde podrá salir de la prisión de Soto del Real en los próximos días, donde se encontraba por el supuesto blanqueo de 13 millones, siempre que deposite la fianza de 300.000 euros que le ha impuesto el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz.
El magistrado también le impone medidas cautelares como la retirada del pasaporte y prohibición de salir del territorio español, la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado y facilitar un teléfono en el que estar siempre disponible.
La Audiencia Nacional ordenó su entrada en prisión sin fianza en abril, para evitar que destruyese evidencias sobre el supuesto blanqueo de 13 millones de euros procedentes del saqueo de Banesto, por el que ya fue condenado a 20 años de prisión.
Según la investigación, Mario Conde habría escondido ese dinero procedente de la entidad y que nunca devolvió, en cuentas localizadas en el extranjero y habría ido introduciéndolos en España para blanquearlos a lo largo de los últimos años.
En un escueto auto, Pedraz explica que aunque «siguen existiendo motivos para estimar responsable criminalmente» a Mario Conde, no es necesario que éste permaneza en prisión, ya que «se han practicado las diligencias urgentes» para asegurar que la investigación continúe sin ser perjudicada y sin que exista «peligro fundado de fuga». Conde está imputado de los delitos de alzamiento de bienes, blanqueo, ocho delitos contra la Hacienda Pública y organización criminal.
Blanqueo de 13 millones
El antiguo presidente de Banesto habría blanqueado, entre 1999 y 2014, un total de 13 millones, cuando aún le restan por depositar 14,1 millones de la responsabilidad civil por la que fue condenado en el ‘caso Banesto’. De esta suma, 2,2 millones se habría blanqueado a través de ingresos en efectivo y 10,7 de transferencias en cuentas en el extranjero.
Además de a Conde, el juez envió a prisión a su abogado Francisco Javier de la Vega, que también quedó en libertad la semana pasada tras abonar una fianza de 100.000 euros, y decretó el arresto domiciliario de su hija Alejandra Conde, como parte del entramado societario del exbanquero.
Alejandra Conde coordinaba presuntamente junto a su padre la trama defrautoria, de la que también se habría beneficiado el otro hijo del exbanquero, Mario, y en la que aparecía como una «pieza fundamental» de todo el entramado el abogado Francisco Javier de la Vega, encargado de la coordinación de las sociedades radicadas en Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo y Emiratos Árabes.