El ciclo de la Luna tiene un inmenso poder de influencia sobre la Tierra. Las mareas, el crecimiento de las plantas y el comportamiento de algunos animales dependen de la actividad lunar. ¿Acaso los humanos estamos exentos, si afecta al resto de componentes de la naturaleza? La respuesta es no. La conducta y la actividad humana está influenciada por la Luna, afectando en nuestra salud y en las horas de sueño.
La potente radiación de la luna llena afecta en las horas de sueño
Un estudio de la Universidad de Basilea en Suiza ha evidenciado que existe una correlación entre el sueño y la luna llena, que afirma que durante estas noches nos cuesta más conciliar el sueño y dormimos peor.
El experimento se realizó en un grupo de 33 personas y fue publicado en la revista `Current Biology´. Los científicos analizaron su actividad cerebral en un laboratorio, a través de un electroencefalograma. Las mediciones se comprobaron varias veces y determinaron que los humanos vieron alterado el sueño durante las noches de plenilunio. Exactamente la actividad se redujo en un 30%. Los participantes del experimento tardaron cinco minutos más de lo habitual en dormirse y se despertaron veinte minutos antes. Además, independientemente del tiempo, el descanso durante el sueño había sido menos reconfortante. Estos resultados se correspondieron con un descenso en sus niveles de melatonina, la hormona del sueño.
Esta relación entre la influencia de la luna llena y la disminución del sueño podría tener su origen en las civilizaciones antiguas, cuando los humanos dormían expuestos a la luz de la luna llena. Según los científicos de este experimento, a una mayor exposición de luz ambiental las personas duermen peor, lo que explicaría esta correlación si el sueño se efectuara en el exterior, al estar expuesto a la radiación de la luna, más potente cuando está plena. Desde la aparición de la luz eléctrica este efecto disminuiría, sin embargo, por lo que se ha demostrado aun quedan secuelas de la influencia de nuestro satélite en el sueño.
«Han pasado miles de años, y de alguna forma, ha quedado en nuestra genética el ciclo lunar grabado en nuestro ritmo del sueño», concluyó Francisco Javier de Puertas, especialista en la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, en base al estudio realizado en Suiza.
La luna llena nos convierte en «lunáticos»
Las historias populares hablán además del efecto de la luna llena en el estado anímico del ser humano y en una conducta más irracional. Su influencia sobre el comportamiento humano ha sido analizada desde hace siglos, ya recogida en textos de la antigüedad como Historia Naturalis del siglo I, de Plinio el Viejo; o Conciliatir Differentium, de Pietro Albano. Creencia apoyada también en la actualidad y recogida en el libro «El influjo de la luna sobre las personas» por el experto Lukas Moeller.
Según un estudio realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México, un 50% de los ciudadanos encuestados en Estados Unidos creen que el ciclo lunar afecta al comportamiento individual. Hecho que corroboraron enfermeras psiquiátricas, médicos en sala de urgencias y oficiales de policía. Es decir, aquellos sectores que tienen un trato directo con las personas que padecen alguna alteración en su comportamiento racional. El doctor Richard Neal, líder del equipo de investigación de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, refuerza esta hipótesis afirmando que «la gente se vuelve un poco loca cuando hay luna llena».
Acudimos más al médico cuando hay luna llena
Una alteración en el comportamiento humano está directamente relacionada con su salud. Las personas se encuentran más alteradas y nerviosas por lo que ven incrementada la posibilidad de padecer del corazón. Investigadores del Hospital Apollo, en la India, registraron un aumento en pacientes afectados por problemas de miocardio en los días de luna llena. Se detectaron además variaciones en la tensión arterial y en la aparición de anginas.
Un estudio realizado en Gran Bretaña, sobre una mayor afección en la salud durante las noches de luna llena, determinó que el número de pacientes que visitan a los médicos se triplica durante los seis días posteriores a la luna llena, en base a un análisis en 60 centros hospitalarios durante un periodo de 12 lunas llenas.
Otro elemento que se analiza para medir la influencia de la luna es el ciclo menstrual de las mujer, de 28 días, coincidiendo con el ciclo lunar. Algunos estudios han encontrado relaciones entre las fases de la luna y la fertilidad, la ovulación, los índices de nacimiento y el género de los bebés.
Durante la luna creciente la naturaleza crece exuberante
Existen miles de hipótesis planteadas por científicos de todo el mundo en base a la influencia de la Luna en el entorno y en los que habitan en él. Aunque algunos experimentos han dado resultados relativos, no existen datos puramente concluyentes que determinen una clara influencia del ciclo lunar en la vida del ser humano. Lo que sí es cierto es que en la naturaleza, durante el periodo de luna nueva a luna llena todo crece con exuberancia y vitalidad, mientras que en el periodo entre la luna llena y luna nueva, las fuerzas van menguando, al igual que lo hace la luna, siendo el tiempo de recogida de frutos.
Otro efecto claro de la luna son las mareas. Cada día hay dos mareas altas y dos mareas bajas, y su volumen aumenta en un 20% cuando se produce la alineación entre el Sol y la Luna, bien sea luna llena o nueva. Así mismo, la marea desciende un 20% cuando el satélite se alinea con la Tierra, produciéndose mareas excepcionales un día cada 18,61 años, como consecuencia de la perfecta alineación Sol, Tierra, Luna.
El resto de atribuciones y afirmaciones en cuanto al poder de la Luna, aun queda muy lejos de la ciencia, ya que sus efectos, por el momento, están por encima de nuestra comprensión.