El parón liguero nos permite instalarnos en el optimismo y mirar, durante dos semanas, la Liga desde el cielo de la clasificación. Será bueno disfrutar de la situación por si luego vienen mal dadas pero sobre todo porque este equipo se lo merece. Su esfuerzo es encomiable por gigantesco y, por fin, la suerte se ha hecho un hueco en la grada y anima como el que más para que el sueño siga vivo.
Hoy todos hablarán del clásico, gran partido, pero no deberían olvidar el partido que brindaron Atlético y Málaga, frenético, poderoso y con gotas de una calidad que no falta en ambos equipos.
Los andaluces vendieron cara su derrota y pusieron tanto ardor como los rojiblancos. Sólo un golpe de fortuna desequilibró el choque. Merecen la condición de favoritos a los primeros puestos.
Grande Falcao, como siempre, pero ayudado por un Suarez que empieza a jugar con velocidad y criterio. Rodríguez aportó rapidez por la banda y Emre sentido común. Un equipo con quince titulares, quién nos ha visto y quién nos ve.
¡Ay, si Adrián levantara el ánimo¡