El Santo Padre Francisco ha celebrado la Misa de la Cena del Señor (los oficios de Jueves Santo) con los jóvenes del centro de menores de Casal del Marmo, a las afueras de Roma, a los que les ha recordado que, tal y como hizo Jesús con sus díscípulos, hay que servir a los otros y ayudarse los unos a los otros. Al concluir la celebración, el Papa ha mantenido un encuentro con los jóvenes en los que le ha animado a no dejarse robar la esperanza.
Así, el Santo Padre ha señalado: «Os doy las gracias a vosotros, chicos y chicas, por la acogida de hoy. Estoy feliz de estar con vosotros. ¡Adelante! No os dejéis robar la esperanza, no dejéis que os roben al esperanza, ¿entendido? Siempre con la esperanza ¡adelante!«.
Uno de los jóvenes le ha preguntado al Papa por qué ha querido ir al Casal del Marmo: «Es un sentimiento que tenía dentro del corazón», ha señalado el Papa, respuesta que ha sido recibida con un aplauso, y más cuando ha añadido: «Es mi deber». Al terminar de saludar a todos, el Papa ha pedido a los jóvenes que recen por él y les ha vuelto a recordar que no se dejen robar la esperanza: «¡Siempre adelante!». Les ha recordado.
Al terminar el encuentro, el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, ha señalado que el momento del lavatorio de los pies ha sido «extremadamente emocionante». Ha contado que se ha acercado a la primera fila de los jóvenes, entre los que había musulmanes y también dos chicas, y con la rodilla en el suelo ha lavado los pies a todos.
Así hemos contado la Misa:
– La Misa continúa las ofrendas y la Consagración. El Papa se ha mostrado especialmente emocionado al pronunciar la oración de la paz. «Señor Jesús, que dijiste a los apóstoles, «la paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu palabra, concédenos la paz y la unidad».
– Las preces, leídas por los jóvenes, comienzan con una petición por el servicio del Papa Francisco, y siguen con la petición de gozar de la alegría del perdón. También los jóvenes han pedido por sus familias y por su comunidad. Y por que el Señor les ilimine los días con su compañía.
– Mientras el Papa lava los pies a los 12 chicos elegidos para rememorar el lavatorio de Jesús, el coro de la cárcel canta «Dios es amor».
– Tras el Evangelio, el Papa ha pronucniado una pequeña homilía sobre el servicio, el ayudarse los unos a los otros y el perdonarse las ofensas cuando uno se ha enfadado: «Esto es conmoverdor: Jesús que lava los pies a sus discípulos. Pedro no entendía nada, le refutaba». Y, recordando las palabras de Jesús, «me llamáis el Maestro, el Señor, y decís bien proque lo soy. Si yo os he lavado los pies a vosotros, vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros».
El santo Padre ha indicado que este es el ejemplo que el Señor les dio a sus discípulos: «Para nosotros debe ser el servicio a los otros, y esto es un símbolo, una señal: lavar los pies es decir »yo estoy a tu servicio», no quiere decir que estemos todos los días lavándonos los pies entre nosotros. Esto qué significa: que debemos ayudarnos los unos a los otros. A veces me enfado con uno o con otra. Déjalo pasar. Y si te pide un favor, hazlo. Ayudarse los unos a los otros. Esto es lo que Jesús enseña y esto es lo que yo hago, lo hago de corazón porque es mi deber como padre (sacerdote) y como obispo. Debo estar al servicio de vosotros, porque el Señor así me lo ha enseñado».
Y el Papa ha concluido: «Ayudaos siempre, el uno al otro, y así, ayudándonos, haremos el bien. Y ahora tendremos esta ceremonia de lavar los pies y que cada uno de nosotros piense: debo dar una respuesta a servir, a ayudar al otro. Pensad que esta enseñanza es una caricia de Jesús, proque Jesús ha venido para esto, para servir, para ayudar».
– El Evangelio, según San Juan, narra la Última Cena. «Jesús, sabiendo que retornaba al Padre (…) comenzóa lavar los pies a los discípulos». Y entonces, Pedro le dijo: «Señor, ¿tú lavarme los pies a mí?». Y entonces, Jesús les recuerda
– La segunda lectura, leída por una chica, del Apóstol San Pablo a los Corintios, en la que el apóstol cuenta a sus hermanos de Corinto cómo fue la Última Cena de Jesús con sus discípulos, que constituyó la institución de la Eucaristía.
– La primera lectura, del Éxodo, recuerda el mandato del Señor a los hebreos de celebrar la cena antes de la salida del pueblo judío de Egipto. «Es la Pascua del Señor», el paso del Señor por Egipto.
– El papa reza las plegarias de la Misa, que recuerdan que este es el día en el que Jesús, antes de entregarse a la muerte, mostró al mundo su amor. Y es que hoy también es el día del amor fraterno, día en que Jesús dio su mandamiento nuevo: «Que os améis los unos a los otros como yo os he amado».
– El Papa celebra la Misa en italiano. Están participando unas 120 personas, de ellos 50 jóvenes, entre ellos 11 chicas, de 14 a 21 años. A 12 de ellos, el Papa lavará los pies, uno de los ritos de este día de Jueves Santo, en recuerdo de lo que hizo Jesús la noche de la Última Cena con sus discípulos.
– La televisión vaticana no está ofreciendo imágenes de la celebración puesto que el Papa quería que fuera una ceremonia íntima, pero sí facilitan la señal de audio.
– Los jóvenes de la cárcel de menores reciben con emoción al Papa Francisco, y ya celebran junto a él la Misa de la Cena del Señor. El coro de la cárcel, con las guitarras, canta el Kyrie eleison (Señor, ten piedad).
La ministra italiana de Justicia, Paola Severino, ha asegurado que los chicos y chicas del instituto penal de menores de Roma Casal del Marmo, también aquellos no católicos, vivirán «con fuerte emoción» la visita del Papa Francisco para celebrar Misa de la cena del Señor con ellos, en la que ella misma estará presente.
«Los jóvenes que están en la cárcel están todavía más necesitados, lo primero de todo, de fe y esperanza. Las palabras de proximidad y de calor que el Papa llevará allí son un don extraordinario, un acto de amor. Un gesto que todos los jóvenes, también aquellos de fe no católica vivirán con fuerte emoción», ha remarcado, según informa el Ministerio de Justicia italiano.
Para Severino, la decisión del nuevo Papa de celebrar la misa del Jueves Santo en esta cárcel de menores es un gesto simbólico de quien «ha querido iniciar su Pontificado dando espacio a los pobres, a los débiles, a quienes están encarcelados, sobre todo en una cárcel de menores donde verdaderamente se recoge tanto el dolor«.
Además, en una entrevista a Radio Vaticana, Severino ha precisado que, tras una visita al centro para verificar el estado de ánimo de los jóvenes, ha descubierto un clima de «expectación y de esperanza verdaderamente extraordinario».
A su juicio, la «espontaneidad» de los chicos internos será el mejor testimonio para un Papa «que ha mostrado una atención inmediata para aquellos que más sufren» y entre los que se encuentran, según ha apuntado, estos jóvenes, en su mayoría extranjeros, «que sienten la falta y la lejanía de la familia».
Preguntada sobre la reinserción de estos jóvenes, Severino ha explicado que hay historias «terribles» de recaída en la delincuencia pero también historias «extraordinarias» de recuperación.
Lavatorio de los pies
Esta ceremonia, en la que se recuerda la Última Cena del Señor, incluye el rito del lavatorio de los pies, que recuerda lo que Jesús hizo con sus discípulos antes de la cena. Así, el Pontífice, al que le acompañarán 50 jóvenes, entre ellos 11 chicas, de 14 a 21 años, lavará los pies de 12 de ellos, de diferentes nacionalidades y confesiones.
Las lecturas de la Misa y las preces las realizarán los chicos. Después de la Misa, el Papa asistirá a un encuentro con los jóvenes y el personal del centro en el gimnasio. Además de la Ministra de Justicia, Paola Severino, estará también la Jefa del Departamento de Justicia de Menores, Caterina Chinnici, del comandante de la Policía Penitenciaria de l Instituto, Saulo Patrizi y de la directora del mismo, Liana Giambartolomei.
Los jóvenes regalarán a Francisco un crucifijo y un reclinatorio de madera, fabricados por ellos en el taller de artesanía de Casal del Marmo, mientras el Santo Padre les llevará huevos de Pascua y »colomba», el dulce tradicional de Pascua italiano.