El Parlament ha entregado este martes la medalla de honor de la institución a la cocinera Carme Ruscalleda, la doctora e investigadora Anna Veiga y a la expresidenta de Caritas en España y activista vecinal Núria Gispert como muestra del «talento» de Catalunya en diferentes ámbitos.
En su intervención, la presidenta del Parlament, Núria De Gispert, ha reivindicado a las tres galardonadas como una muestra de que Catalunya es «un pueblo capaz de hacer cosas notables», y ha ensalzado la excelencia de Ruscalleda, Veiga y Gispert en sus campos.
«Si fuésemos un pueblo vulgar ya os digo que haría siglos que no existiríamos», ha afirmado parafraseando al expresidente del Parlament Miquel Coll i Alentorn, y ha apostado por trabajar para sumar talentos.
También el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha subrayado el éxito de las premiadas en sus respectivas carreras y las ha puesto como ejemplo de lo que debe ser Catalunya: «La Catalunya que queremos construir entre todos es la que representan el talento y los valores de Ruscalleda, Gispert y Veiga».
Mas ha defendido también el progreso que en poco tiempo ha vivido Catalunya en los ámbitos de la cultura, la ciencia y la construcción del Estado del Bienestar, aunque ha reconocido el retroceso que han provocado los recortes de los últimos años.
En un acto que ha remarcado también el papel de las mujeres en la sociedad catalana, las tres premiadas han agradecido la distinción y han repasado algunos de los aspectos más destacados de su carrera.
MENSAJE OLÍMPICO
Gispert, que nació en Barcelona el 1936 y que ha sido premiada por su «compromiso social» tanto desde el Ayuntamiento de Barcelona –fue concejal por el PSUC y el PSC–, como a través del activismo vecinal y las iniciativas solidarias, ha reivindicado la necesidad de que Catalunya proteja a los más vulnerables, haciendo especial incidencia en los menores.
También Anna Veiga –nacida en Barcelona en 1956 y partícipe de la primera fecundación ‘in vitro’ en España hace 29 años– ha introducido un matiz reivindicativo al alertar del riesgo de recortar en investigación y desarrollo.
Ruscalleda, que nació en Sant Pol de Mar (Barcelona en 1952) –donde dirige el restaurante Sant Pau, que este año alcanza su 25 aniversario– ha ensalzado la cocina «con el sentido y los emociones» como componente de la modernidad de Catalunya.
La cocinera –con tres estrellas Michelin– ha protagonizado la anécdota del acto cuando hablando sobre su restaurante en Tokio (Japón) ha bromeado con que es una ciudad cuya gastronomía «puede ofrecer mucho más que una ‘relaxing cup of café con leche'», en referencia al discurso de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, frente al Comité Olímpico Internacional (COI).