A través de un comunicado, desde la Diócesis de Málaga han indicado que «no debemos permitir que la frecuencia de estas tragedias terminen insensibilizándonos», citando palabras del Papa Francisco: «la indiferencia y el silencio abren el camino a la complicidad cuando vemos como espectadores a los muertos por sofocamiento, penurias, violencias y naufragios».
«Como discípulos de Cristo no podemos olvidar que son hermanos nuestros y no ‘material descartable'», han asegurado, añadiendo que «nadie inicia un éxodo tan difícil y duro por mero afán de aventura, voluntariamente, sino huyendo de la penuria del hambre, de la guerra o de la persecución religiosa».
En este sentido, han apuntado que las víctimas «habrían podido contribuir a la construcción de una sociedad mejor, más justa y fraterna, que con su pérdida queda irremediablemente empobrecida».
Así, han invitado a la comunidad eclesial a orar y «a comprometerse para que no sigan repitiéndose tragedias de este tipo y para acoger a los supervivientes como hermanos», al tiempo que han agradecido «a las personas e instituciones de salvamento y acogida la inestimable labor que realizan».