El acuerdo contempla que el Liceu, cuya fundación preside Joaquim Molins, ceda las aguas subterráneas que pasan por debajo del edificio –con un caudal de 3 a 4 litros por segundo y sin mezcla con aguas de otro origen– para que se incorporen a la red freática de la ciudad.
Con este acuerdo se renueva el compromiso del Liceu para la reutilización de este agua para el riego de parques y jardines, la limpieza de las calles, el suministro a las fuentes ornamentales y los servicios municipales del entorno del edificio.
El caudal bombeado del subsuelo del Liceu irá a la red de aguas freáticas que nutre a los servicios municipales en la montaña de Montjuïc, principalmente, como el Vivero municipal de Tres Pins, la Font Màgica y el castillo de Montjuïc, entre otros.
Los servicios de Cicle de l»Aigua del consistorio también llevarán a cabo periódicamente análisis cualitativos del agua y se coordinarán con la Agencia Catalana del Agua (ACA).
El acuerdo entre ambos organismos responde a la necesidad detectada en los estudios hidrogeológicos de cuando se reconstruyó el Liceu, que pusieron de manifiesto que, por razones estructurales, es necesario bombear de forma continuada un caudal de agua de 3 a 4 litros por segundo.