El expresidente del Parlament de Cataluña y coordinador del Pacto Nacional del Derecho a Decidir, Joan Rigol, ha lamentado este miércoles en Santander que el «inmediatismo» y el interés de los partidos políticos por colocarse al lado de los problemas sociales por su «importancia mediática» provoca que las formaciones políticas «no busquen militantes, sino votos».
Así, ha asegurado que esta situación conlleva que los partidos tengan una estructura piramidal con su líder buscando «repercusión mediática» en un contexto en el que la ley mediática «tiene una caducidad extraordinaria», de forma que política y medios de comunicación generan «una endogamia muy fuerte».
«Hoy en día ser militante significa que la televisión te enfoque con la bandera de turno», ha criticado en su intervención en el encuentro »El desafío humanista de la actividad política. Jacques Maritain, el humanista integral y la UIMP (1934-2014)», que se ha inaugurado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Asimismo, ha lamentado que los políticos tienen una «falta de perspectiva a largo plazo para mejorar la vida de los ciudadanos» porque lo «importante es la inmediatez y pasar un examen cada cuatro años», es decir, la celebración de las elecciones. Por ello, en su opinión, «la escuela de la democracia va perdiendo fuerza».
Asimismo, ha advertido de que el inmediatismo político y social «se corresponden mutuamente» y que la comunidad y la convivencia «gratuita» se están perdiendo «porque se forjan en compartir los mismos intereses». «Esto provoca desvinculación y desazón política», ha añadido, al tiempo que ha alertado de la tendencia social a convertir a sus ciudadanos en «consumidores-productores».
LA SITUACIÓN ENTRE CATALUÑA Y ESPAÑA SEGÚN JACQUES MARITAIN
Rigol, que ha reivindicado que «detrás de un derecho de los ciudadanos hay un deber» y, en consecuencia, «el bien común» y que debe haber una «visión planetaria» de la política, también ha aludido a qué pensaría el filósofo cristiano francés Jacques Maritain de la situación de las relaciones entre Cataluña y España.
En este sentido, ha considerado que si Maritain estuviera vivo optaría por la «relativización de la soberanía entre unos y otros porque la soberanía se aplica a Dios y no a la condición humana».
Después de este primer paso, según Rigol, Maritain dialogaría «porque así se intentaría conocer al otro, comprenderlo y compartir». Y, finalmente, ha destacado que «sólo después de la gran aventura humana del diálogo se debería pactar».