El papa Francisco en su primer año de pontificado ha llevado a laiglesia católica ha un estilo nuevo de una iglesia más cercana. Los rasgos de espiritualidad y pensamiento profundo sobre la edificaciónde la iglesia han marcado la diferencia.
Susprimeras palabras llegaron horas más tarde de ser anunciado comomáximo jerarca de la iglesia católica: «Caminamos en la luz del Señor. Y esto es lo primero que Dios ha dicho a Abraham: `Camina en mi presencia`”, dijo Bergoglio en su primer sermón como papa.
“Nuestra vida es un camino, y cuando nos paramos la cosa no va”, subrayó el Pontífice con un lenguaje coloquial y gesticulando.
En una de sus homilías habló sobre la edificación de la iglesia y de la consistencia de los feligreses al camino de Dios: “Cuando se habla de edificar la Iglesia, las piedras “tienen que tener consistencia, pero ser piedras vivas”, añadió.
El papa Francisco abogó por una Iglesia católica «con coraje para caminar» y volcada a su misión evangelizadora, al celebrar su primera misa como pontífice en la Capilla Sixtina tras su histórica elección.
En otro de sus sermones dijo que la Iglesia no puede hacer de «niñera»de los cristianos, que éstos tienen que descubrir la responsabilidadde lo que significa ser bautizados y tienen que anunciar el Evangelio con valentía, «incluso sin seguridad y entre persecuciones».
Los cristianos y el camino de la fe
El sumo pontífice ha hecho múltiples llamados de urgencia al carácter luminoso propio dela fe. Ha manifestado que cuando la llama de la fe se apaga, todaslas otras luces acaban languideciendo.
«La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida», dijo.
Además, ha invitado a los cristinaos a alimentar el camino hacia Dios guiados por la fe divina. En una de sus homilías de abril del año anterior recordó que el Concilio Vaticano II ha hecho que la fe brille dentro de la experiencia humana, recorriendo así los caminos del hombre contemporáneo.
La confesión no es «una lavandería»
El Papa ha calificado el sacramento de la Confesión como «un encuentro con Jesús donde se toca de cerca su ternura». Pero hay que acercarse al sacramento sin trucos o verdades a medias, con mansedumbre y con alegría, confiados y armados con aquella «bendita vergüenza», la «virtud del humilde» que nos hace reconocer como pecadores.
Así se ha expresado el papa Francisco sobre la reconciliación, en la homilía pronunciada durante la misa celebrada este lunes 29 de abril, en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, según informaba el diario vaticano L´Osservatore Romano.
En otras ocasiones ha insistido sobre la importancia de que los párrocos dediquen tiempo a confesar a sus feligreses: «Dejen la bombilla del confesionario encendida, y verán como viene la gente».
Ya en 1999 escribió una texto en donde decía: «En el confesionario uno sabe que la mitad de la batalla se gana o se pierde en el saludo, en la manera de recibir al penitente. Una acogida franca, cordial, cálida, termina por abrir un alma a la que el Señor ya le hizo asomarse a la mirilla».