La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene haciendo una llamada de atención a los habitantes de las islas del Pacífico porque pagan un alto precio por abandonar su dieta tradicional. La que conocemos como Dieta del Pacífico. La sustitución de alimentos populares ancestrales por alimentos importados y elaborados ha contribuido a la elevada prevalencia de la obesidad y otros problemas de salud en las islas del Pacífico.
Miles de islas que integran las tres regiones conocidas como Melanesia, Micronesia y Polinesia y esparcidas por el Océano Pacífico se enfrentan a graves problemas de salud, y el principal responsable son los alimentos importados.
Según encuestas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos en diez países insulares del Pacífico, más del 50 por ciento de la población (en algunos casos, hasta el 90 por ciento) tiene sobrepeso. Más grave aún es la prevalencia de la obesidad, que oscila entre más del 30 por ciento en Fiji a nada menos que el 80 por ciento entre las mujeres de la Samoa Americana, territorio de los Estados Unidos de América (EE.UU.).
La OMS define el sobrepeso como el índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 25, y la obesidad como el IMC igual o superior a 30. La prevalencia de la diabetes en la población adulta de la región del Pacífico se encuentra entre las más altas del mundo: el 47 por ciento en la Samoa Americana, frente al 13 por ciento en el territorio continental de los Estados Unidos; y oscila entre el 14 por ciento y el 44 por ciento en otros lugares de la región.
La falta de micronutrientes es frecuente en la región. En 15 de los 16 países con identidad sanitaria, más de la quinta parte de los niños y de las mujeres embarazadas tenían anemia. En Fiji, Papua Nueva Guinea y Vanuatu, la falta de yodo y el bocio que se deriva de ésta son endémicos, si bien, recientemente, ha habido importantes progresos gracias a la yodación de la sal en Fiji y Papua Nueva Guinea. Quedan muchos otros países y territorios del Pacífico donde todavía hay que evaluar la situación. La carencia de vitamina A también constituye un riesgo importante para la salud pública en Kiribati, las Islas Marshall, los Estados Federados de Micronesia y Papua Nueva Guinea.
Alrededor del 40 por ciento de los 9,7 millones de habitantes de la región de las islas del Pacífico padece enfermedades no transmisibles, en particular enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión. Esas enfermedades –practicamente esporádicas en el siglo pasado- son responsables de las tres cuartas partes de todas las defunciones que se producen en el archipiélago pacífico, y de entre el 40 por ciento y el 60 por ciento de todo el gasto sanitario.
El Dr. Temo K Waqanivalu, funcionario técnico para nutrición y actividad física en la oficina de la OMS para el Pacífico Meridional en Suva (Fiji) culpa en parte a la mala alimentación de los problemas de salud de la región: “La alimentación tradicional no se promueve suficientemente, y ésta no puede competir con el atractivo y la vistosidad de los alimentos importados.”, afirma en sus informes a la OMS .
Es posible que los habitantes de las islas del Pacífico sepan en qué consiste una alimentación sana, pero, como en otras muchas partes del mundo, los gobiernos luchan por cambiar la conducta de la población. En ocho países, menos del 20 por ciento de las personas encuestadas afirmó que comía las cinco piezas de fruta y verdura diarias que se recomiendan como mínimo. Los alimentos importados, a menudo ricos en calorías y pobres en nutrientes, tienen un atractivo mayor.
Esperamos y deseamos que esta involución reversible pero difícil en el Pacífico, no afecte a nuestros escolares y nuevas generaciones y podamos seguir manteniendo los valores tradicionales de nuestra Dieta Mediterránea, con la que expondremos sus diferencias en los próximos interrogantes.