Las actuaciones han consistido en la renovación del parque de alta tensión a través de la substitución de dos interruptores a 110 kilovatios, que realizan la función de aislar las instalaciones en caso de producirse una incidencia, con una tecnología más segura y robusta que la anterior que casi no precisa de mantenimiento y de esta manera no habrá cortes temporales del suministro.
El objetivo de estos trabajos, que han durado tres meses, ha sido mejorar la calidad y la continuidad del servicio a los casi 40.000 clientes del Vallès Occidental que se alimentan de esta instalación.