El alcalde del municipio burgalés de Valle de Tobalina –en el cual se encuentra la central nuclear de Santa María de Garoña–, Rafael González, ha reclamado un plan de dinamización que permita amortiguar el efecto que tendrá para el empleo el cierre de la planta, al tiempo que ha reconocido que no ve «lógico» que la planta pueda reabrir en próximos meses «después de estar parada desde diciembre».
En declaraciones realizadas a Europa Press, González ha abogado por el entendimiento entre las administraciones y la empresa propietaria de la central, Nuclenor, que permita resolver de forma definitiva la incertidumbre que rodea a Garoña y de la que los vecinos de Valle de Tobalina están «un poco cansados».
En este sentido, el regidor de Valle de Tobalina ha trasladado un mensaje de «esperanza» sobre el porvenir del municipio, el cual «va a seguir funcionando» en cualquiera de las situaciones que se den, a pesar de lo cual ha insistido en reclamar la ayuda de Junta de Castilla y León y Gobierno de España para dinamizar la economía local.
Rafael González ha considerado «de justicia» esta ayuda después de que Garoña «haya abastecido de electricidad al país durante los últimos 40 años» y ha criticado que aún no se disponga de dicho plan de promoción de la economía local. «No podemos esperar al último día para que se diseñe ese plan», ha sentenciado, al hilo de lo cual ha defendido su puesta en marcha «aunque la planta siga funcionando».