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No cabe duda de que la situación de pandemia arrasado no solamente con la relaciones sociales y con la salud de gran parte de la población. La economía se ha visto tremendamente resentida, alcanzando el triste récord de superar los 4 millones de parados y la destrucción de centenares de empresas. Esto ha provocado situaciones de impago y el aumento de la ratio de morosidad. Un tremendo problema para las familias y los profesionales. Muchas personas han visto como su puesto de trabajo ha desaparecido, han acabado en un erte en el mejor de los casos, o han pasado a cruzar las listas del paro a una edad en la que es muy complicado volver a ser contratado.
Desde el Banco Central Europeo, se ha alertado a las diferentes entidades, especialmente a las españolas, de que corten el grifo del crédito, ya que existe un elevado riesgo de endeudamiento por parte de aquellas personas que ahora mismo no poseen de la liquidez suficiente para abonar sus gastos y pagar las facturas. Es decir, no tiene ninguna posibilidad de acceso a crédito.
Las situaciones de divorcio y separacion , fruto del confinamiento, también han alcanzado cotas muy altas. En el peor de los casos, la delicada situación financiera de algunas parejas que desean separarse, ha impedido que puedan llevar a cabo este trámite, con lo que la relación sea deteriorado más y la situación ha terminado por volverse más insoportable si cabe. Divorciarse o separarse es un proceso que económicamente tiene un coste elevado, hay que repartir bienes, pasar una manutención, liquidar ciertas deudas o compensar de alguna manera a la otra parte. Si alguno de los miembros de la pareja se encuentra en una delicada situación financiera, no se puede continuar adelante con el proceso de divorcio o separación.
El problema de las facturas impagadas
Por otro lado, los impagos en los alquileres o en las letras de la hipoteca terminan derivando en el desahucio de una vivienda. Como se puede comprobar, los efectos asociados al coronavirus ha sido más graves de lo esperado, y probablemente la situación no se normalice hasta pasados bastantes años. Nos encontramos en una situación muy complicada en términos económicos, en los que la liquidez brilla por su ausencia y los niveles de morosidad han crecido exponencialmente.
Hay diversas formas de cobrar facturas impagadas, ya que se puede recurrir a empresas como Cobratis, todos los medios posibles para evitar esta desagradable situación. Gran cantidad de profesionales han podido recibir el abono de sus facturas, porque a la destrucción de parte del tejido empresarial, hay que sumar que las personas están tratando de evitar más gastos de los debidos. Si el dinero no circula, no hay posibilidad de gasto y tampoco de cobro. Se trata de una auténtica catástrofe que deja pequeña a la crisis inmobiliaria del año 2008.
Ante una situación de facturas impagadas tenemos dos opciones, o darla por perdida y perder una cantidad variable de dinero, o intentar por todos modos establecer algún tipo de plazo o acuerdos para poder conseguir el abono de la misma. Al fin de cuentas, el acreedor necesita que se le pague de alguna manera, aunque sea fraccionada y en más veces, pero que se le pague. Se puede cuantificar ese dinero perdido en millones de euros, algo que cuesta de creer pero que es una realidad. Existen clientes a los que es extremadamente complejo poder cobrarles ese dinero que nos deben. Pero no por ello hay que dejar de intentarlo, porque es tu patrimonio el que está en juego en estos casos.
La esperanza de volver a tiempos mejores
La incertidumbre es máxima, ya que según los analistas, la situación de normalidad económica puede tardar años en retornar. El caso de España es especialmente sensible, con un tejido empresarial cada vez más débil y con una fortísima dependencia del turismo. Evidentemente, si no hay viajeros, no hay movimiento monetario ni liquidez, lo que complica muchísimo la situación. Mientras la vuelta a la normalidad se va produciendo, es conveniente gestionar de alguna manera el cobro de todas las facturas impagadas, ya que de no hacerlo, estarás perdiendo la oportunidad de recuperar lo que se te debe. Tu solvencia económica no puede ponerse en riesgo con este tipo de causas, y asegurarse el cobro de todas las facturas un objetivo claro e innegociable.
Si te encuentras con la problemática de que te deben mucho dinero en facturas impagadas, lo más sensato es tratar de ponerse en marcha y jamás dar ninguna por perdida. Es evidente que la situación económica no es ahora la más adecuada, pero no puedes permitirte dejar perder ese dinero. Contar con los servicios profesionales de una empresa líder en el sector del cobro de facturas impagadas y de deudas es una buena garantía para asegurarse el retorno del dinero.