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Cuando somos jóvenes, la vida nos parece eterna y la vejez se ve tremendamente lejana. Parece que no van a pasar los años por nosotros, pero la realidad es que la vida se hace increíblemente corta y que cuando menos te lo esperas, ya te encuentras en la tercera edad. A lo largo de la vida se van aprendiendo unas cosas y desaprendiendo otras, pero lo que permanece intacto de principio a fin es la necesidad de ser independientes. La autonomía nos hace libres, es por eso que, llegada una edad, es fundamental que contemos con los dispositivos necesarios para hacer nuestro día a día más seguro, como son las sillas de ruedas eléctricas o agarradores para el baño, por ejemplo.
Si eres de los que apuesta por una mayor calidad de vida en la vejez, quédate leyendo un poquito más que lo que te vamos a contar te interesa y mucho.
Los dispositivos para una vida independiente influyen positivamente en la salud emocional de los usuarios y las familias
La salud mental hay que cuidarla a lo largo de toda nuestra vida, pero es verdad que si la tercera edad se complica un poco, la salud mental también se resiente. Es por ello que introducir algunos dispositivos es una idea excelente para mantener la mente activa y favorecer -como hemos comentado- la autonomía. Existen multitud de opciones para elegir -más de las que puedes imaginar-, pero es cierto que algunas suelen ser bastante recurrentes, como es el caso de las sillas de ruegas eléctricas, ya que no necesitas depender de otra persona para moverte en el día a día. Poder desplazarte diariamente a tu libre albedrío sin pedir favores convierte a este dispositivo en uno de los favoritos con diferencia.
También, en el campo de la movilidad se encuentran los bastones o los andadores. Seguro que cada vez te cruzas a más personas con andadores, y es que este producto estrella ofrece un apoyo extraordinario para usuarios con movilidad reducida. Te permite mantener el equilibrio en todo momento y brinda la posibilidad de sentarte cuando estés cansado de andar. ¡Toda una joya!
Por último, pero no menos importante, encontramos los productos exclusivos para el hogar, como son las sillas para la ducha que facilitan este momento tan íntimo y personal consiguiendo que la persona esté tranquila y segura mientras disfruta de una buena ducha calentita.
Integrar los dispositivos en el hogar es muy fácil, si sabes cómo
Como hemos dicho anteriormente, estos productos -que pueden llamarse claramente facilitadores de vida– , son muy útiles y funcionales en el día a día, pero cómo son integrados en el hogar puede marcar la diferencia para mejorar la tan anhelada independencia.
Para empezar, hay que tener claras cuáles son las necesidades reales y qué capacidades tiene la persona que las va a utilizar. Las necesidades no solo pueden ser físicas, sino también cognitivas, por eso también existen los pastilleros con alarma para que ninguna medicación se quede sin tomar. Una vez tenemos claras las necesidades, podremos escoger el producto idóneo.
Aplicar el menos es más siempre ayuda en la integración de estos dispositivos, así que lo mejor es optar siempre por productos fáciles de usar. Ten en cuenta que lo que buscamos es la independencia de la persona, así que no es interesante que el mecanismo sea complicado y sea necesaria otra persona constantemente para darle uso.
En cualquier caso, es necesario un periodo de adaptación donde la persona tiene que acostumbrarse a su nueva vida fácil y autónoma. Además, debe quedar muy claro el mantenimiento de los dispositivos para favorecer su durabilidad y garantizar que puedan acompañarnos durante mucho tiempo.
En conclusión, mantener nuestra independencia es muy posible gracias a los avances tecnológicos actuales, que nos brindan la posibilidad de no depender de los demás durante mucho más tiempo. Decía Michel de Montaigne que “la cosa más grande del mundo es saber ser autosuficiente”. ¿Qué pensaría el gran filósofo si le dijéramos que ahora eso es posible con tan solo un clic?