Silvia Abascal, María Escario y Victoria Prego son solo algunos ejemplos de mujeres que han sufrido en los últimos meses un ictus. En los últimos años ha caído la edad de las personas que sufren esta enfermedad debido a los malos hábitos. Esto ha provocado que en la actualidad, el ictus sea la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en varones en España. Además de representar también la primera causa de discapacidad grave en el adulto y es la segunda causa de demencia.
Uno de cada 6 españoles sufrirá un ictus y los más jóvenes no están inmunes. Según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, se estima que cada año 130.000 personas sufren un ictus en España, o lo que es lo mismo cada seis minutos una persona sufre un ictus.
Un 15% de los ictus se producen en personas menores de 45 años
El colesterol, el tabaco, la obesidad, la vida sedentaria… estas son algunas de las causas por las que una persona puede sufrir un ictus. Desde el Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (Cecova), señalan que hay algunos hábitos dietéticos como el consumo excesivo de sal, que aumenta la presión arterial, se relacionan con el riesgo de ictus, mientras que las dietas ricas en vegetales y fruta pueden prevenir el ictus por su efecto antioxidante o por medio del aumento de los niveles de potasio.
Además, recuerdan que debe limitarse el consumo de grasas saturadas y colesterol, y consumir cantidades adecuadas de vegetales y fruta. Los ictus pueden presentarse a cualquier edad, aunque son más frecuentes a partir de los 60 años y un 30 por ciento mayor en los varones. Sin embargo, hasta un 15 por ciento de los ictus ocurren en pacientes menores de 45 años. El ictus se presenta generalmente en personas portadoras de los llamados Factores de Riesgo Vascular (FRV), entre los cuales la hipertensión arterial (HTA) es el de mayor importancia, tanto para el infarto como para la hemorragia cerebral.
Los síntomas con que puede presentarse un ictus son muy variados, y dependen de la zona del cerebro lesionada, pero los más frecuentes son pérdida de fuerza o de sensibilidad en la mitad del cuerpo; pérdida de visión transitoria o permanente, en un ojo; dificultad para hablar o para comprender el lenguaje; y dolor de cabeza muy intenso, de inicio brusco y distinto del habitual.
El tabaco aumenta las posibilidades de padecer un ictus
El Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (Cecova) y los colegios de Enfermería de Valencia, Castellón y Alicante han alertado de que el tabaquismo se ha convertido en el principal factor de ictus o infarto cerebral en personas jóvenes.
En este sentido, han advertido de que el riesgo de ictus se incrementa de forma proporcional al número de cigarrillos/día y es mayor para las mujeres respecto a los varones. Al suprimir el tabaco, el riesgo de ictus se reduce al de los no fumadores al cabo de 3-5 años. Además, han recomendado evitar el sedentarismo mediante la realización de ejercicio físico de intensidad moderada a diario, caminar a buen paso durante 30 minutos, y evitar la actividad física enérgica que se realiza de forma esporádica. El ejercicio físico aumenta la sensibilidad a la insulina, reduce la agregación plaquetar, reduce el peso y la presión sanguínea, han señalado.