La kombucha es una bebida milenaria fermentada a través de un hongo, 100% natural, y elaborada según una antigüa receta de té, azúcar y cultivos de kombucha.
Hace más de 2000 años, la Kombucha ya era muy apreciada en China por sus efectos estimulantes y curativos, y su rico sabor. Poco a poco, se extendió por Japón, Rusia y Europa. Y en los últimos años, se ha hecho muy popular en América y en los países del centro y norte de Europa.
¿Qué lleva la kombucha?
Desde la kombuchería nos facilitan la composición de la kombucha, culpable de sus múltiples beneficios para la salud.
- Vitaminas: B1, B2, B3, B6, B12, ácido fólico, C, D, E y K
- Enzimas: invertasa, amilasa, catalasa, sacarasa, enzima coagulante, proteasa, etc.
- Ácidos orgánicos esenciales: ácido glucorónico, ácido láctico, ácido acético, ácido glucónico, ácido carbónico, ácido úsnico, ácido tartárico, ácido cítrico, etc.
- Minerales: dependiendo del té o planta que se use. Por ejemplo, el Rooibos contiene hierro, potasio, zinc, manganeso, cobre, calcio, magnesio, fluoruro.
- Y no menos importantes: Levaduras y polisacáridos, además de la cafeínay aproximadamente 0,5% de alcohol.
Todos estos componentes justifican buena parte de sus saludables efectos y han sido verificados científicamente. Pero muchas otras propiedades, conocidas a través de la experiencia, son aún objeto de investigación.
¿Qué se ha demostrado hasta ahora científicamente?
Puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas
Varios estudios demuestran que la kombucha puede mejorar drásticamente los niveles de colesterol LDL y HDL en apenas 30 días.
Asimismo, como la kombucha se prepara a partir del té verde, los beneficios de este son también los de la kombucha. Y los consumidores de té verde tienen un 31% menos de riesgo de desarrollar problemas del corazón.
Reduce el riesgo de padecer cáncer
En estudios de laboratorio, la kombucha ayudó a prevenir el crecimiento y la propagación de células cancerosas, debido a su alta concentración en polifenoles y antioxidantes.
Los polifenoles bloquean la mutación del gen y matan las células cancerígenas. Por ello, los consumidores de té son mucho menos propensos a desarrollar varios tipos de cáncer.
Ayuda a controlar la diabetes tipo 2
Un estudio en ratas diabéticas demostró que la kombucha ralentizaba la digestión de los hidratos de carbono, lo que redujo los niveles de azúcar en sangre. Además, un estudio demostró que los consumidores de té verde tienen un riesgo 18% menos de desarrollar diabetes.
Elimina bacterias
Al igual que los ponifenoles del té, el ácido acético (una de las principales sustancias producidas durante la fermentación de la kombucha) tiene fuertes propiedades antibacterianas, en particular contra las bacterias y levaduras del género Candida, causante de infecciones.
Además, un estudio en pollos demostró que la kombucha tenía efectos antimicrobianos similares a los antibióticos.
Beneficiosa para el hígado
Varios estudios en ratas han demostrado que el consumo de kombucho reduce la toxicidad del hígado causada por productos químicos tóxicos.