Los socialdemócratas del primer ministro de Macedonia, Zoran Zaev, han logrado arrebatar a los conservadores la mayoría de los municipios en los comicios locales del domingo, según los datos definitivos publicados hoy por la Comisión Electoral Estatal.
La formación socialdemócrata SDSM ganó 37 de las 81 alcaldías del país en primera ronda, mientras que los conservadores del VMRO-DPMNE, liderados por el ex primer ministro macedonio Nikola Gruevski, tan solo alcanzaron la mayoría absoluta en tres, conforme a estos datos.
El partido de la minoría albanesa y socio de la coalición gobernante DUI conquistó dos alcaldías, una formación independiente se hizo con dos y otra que representa a la población turca se llevó un ayuntamiento.
En 35 municipios se celebrará el próximo día 29 una segunda vuelta al no haber un vencedor claro.
En la capital, Skopje, el candidato del SDSM, Petre Shilegov, consiguió desbancar en primera ronda a su rival del VMRO-DPMNE, Koce Trajanovski, al obtener el 50,2 % de los votos, convirtiéndose así en el primer alcalde socialdemócrata desde que el país proclamó la independencia en 1991.
También en el resto de las ciudades importantes del país -Kumanovo, Bitola, Prilep, Ohrid y Strumica- el partido de Zaev se impuso con una cómoda victoria a los conservadores.
El partido del primer ministro logró invertir por completo el paisaje político que reinaba en los últimos tiempos en los municipios del país, 56 de los cuales estaban en manos de los conservadores y tan solo 4 regidos por los socialdemócratas.
La victoria socialdemócrata constituye un fuerte espaldarazo al Gobierno de Zaev y de sus aliados de la minoría albanesa.
Los comicios de ayer eran considerados la primera prueba política para la nueva coalición gobernante entre el SDSM y sus socios de la minoría albanesa, el partido DUI y la Alianza por los Albaneses, quienes asumieron el Ejecutivo en mayo pasado tras una larga crisis política que mantuvo paralizado el país durante mas de un año.
Con la victoria en las elecciones de este domingo los socialdemócratas consiguen acabar con más de una década de supremacía conservadora, tanto a nivel nacional como local, y Zaev obtiene un claro respaldo a sus políticas de acercamiento a la Unión Europea y la OTAN, así como a una mayor integración de la minoría albanesa.
Gracias a la inclusión de dos partidos albaneses en el Gobierno y a la concesión de más derechos los socialdemócratas lograron incluso imponerse en municipios de mayoría albanesa, que representa el 25 % en una población de dos millones.
El primer ministro interpretó los resultados como un apoyo del electorado a las políticas emprendidas por su Gobierno y un voto en contra de los nacionalismos.
El derrotado VMRO-DPMNE habló de «irregularidades» durante la campaña electoral, acusó al SDSM de violencia, soborno y uso ilegítimo de fondos estatales y anunció que analizará a fondo los resultados.
Pese a ello, Gruevski asumió la responsabilidad por los malos resultados de su partido y señaló que sobre los «próximos pasos» a seguir se hablará después de la segunda vuelta electoral.
Para algunos comentaristas políticos, la derrota del VMRO-DPMNE podría conducir a la dimisión de Gruevski, quien encabezó el partido y el Gobierno durante una década, como líder de la formación.