La gran ganadora de las elecciones catalanas parece ser la participación. A falta de cientos de votos por escrutar, la participación se sitúa en un 69,49%, de los 5.257.252 catalanes llamados a las urnas, 11 puntos más que las de 2010, lo que la convierte en la más alta de la historia desde que se celebran elecciones autonómicas.
Además, la participación subió en todas las provincias. Girona, con más del 70%, registra la más alta, aunque Barcelona y Lleida rozan este umbral. Tarragona, con algo más del 66%, se sitúa como la circunscripción con menor porcentaje de participación.
Supera así la participación de 1984, la más alta hasta la actualidad, donde votó un 64,36 de los electores catalanes. Un hecho que han resaltado todos los candidatos.
Se preveía una alta participación tras los primeros avances. Un 55,73% habían votado hasta las 18.00 horas, dos horas antes del cierre de urnas, mientras que a las 13.00 horas era del 29,35 %, siendo ya la más alta de las últimas ocho convocatorias autonómicas.