Los principales feudos de la oposición en Kenia recuperaron hoy la calma tras violentos enfrentamientos entre Policía y manifestantes en los que murieron decenas de personas desde la noche del pasado viernes, después de que el presidente Uhuru Kenyatta fuera reelegido entre acusaciones de amaño.
Los barrios chabolistas de Mathare y Kibera, dos de los principales escenarios donde desde el pasado viernes por la noche hubo enfrentamientos mortales no registraron episodios de violencia desde la pasada noche, dijeron vecinos a Efe.
«Hemos pasado la noche tranquila, no hemos oído tiros, ni gases lacrimógenos. Hemos recuperado la calma», dijo por teléfono a Efe una vecina de Kibera, el barrio de chabolas más grande de Nairobi, donde ayer la tensión se disparó y la policía reprendió contra manifestantes con disparos al aire y gases lacrimógenos.
«La noche ha sido tranquila. No he visto policía y esta mañana mis vecinos estaban tranquilos», explicó a Efe un residente de Mathare, otro barrio de la capital punto de violencia desde el pasado viernes.
Tras un día y medio de caos y violencia en diferentes partes del país, donde se han repetido los disparos y escenas de pánico, la tensión parece haberse calmado en medio de un baile de cifras de víctimas mortales.
El Gobierno aseguró ayer que no ha habido víctimas mortales en esto incidentes, que calificó como «aislados» y perpetrados por «criminales oportunistas», sin embargo la oposición elevó la cifra a más de 100, entre ellos diez menores.
Por su parte, la organización humanitaria Comisión Nacional para los Derechos Humanos de Kenia (KNCHR) informó de que 24 personas han muerto por disparos de la Policía.
Varios portavoces de la coalición opositora Súper Alianza Nacional (NASA, siglas en inglés) denunciaron la «brutalidad» de la Policía, a la que pidió que «deje de matar» a sus seguidores.
La Cruz Roja keniana y Médicos Sin Fronteras (MSF) siguen desplegadas en las zonas más afectadas por las protestas, donde han atendido a decenas de heridos, algunos de ellos por heridas de bala.
MSF informó hoy de que ha atendido a 64 personas, entre ellas once heridas de bala, en todo el país.
Las protestas arrancaron tras la victoria electoral de Kenyatta, anunciada el pasado viernes y no aceptada por la oposición, quien presentó unos resultados alternativos que daban la victoria a su candidato, Raila Odinga.
Muchos temen de que estas violentas protestas puedan derivar en una ola de violencia postelectoral como la ocurrida en 2007, cuando Odinga rechazó los resultados y dio pié a enfrentamientos político-tribales que acabaron con la vida de 1.100 personas.