El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, quiere que el 39 Congreso Federal de su partido se celebre antes del verano y así se lo propondrá al Comité Federal, que después de Reyes tiene previsto fijar el calendario precongresual, aunque no todavía la fecha exacta del cónclave.
La propuesta de Fernández, que ha avanzado en una conversación informal con periodistas en el acto conmemorativo del Congreso por el 38 aniversario de la Constitución, coincide con la expresada por algunos dirigentes territoriales, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que en varias ocasiones ha situado el congreso en torno a la celebración del Corpus Christi, a finales de mayo o principios de junio.
Sin querer concretar más, ni mucho menos hablar de candidatos -aunque sigue sosteniendo que habrá más de uno-, el también presidente asturiano ha acudido este martes al Congreso en calidad de máxima autoridad del PSOE.
Allí ha dicho que los socialistas están «mal, pero mejor que hace mes y medio», y que no sabe nada del acto con militantes que el próximo sábado protagonizará en Asturias el exsecretario general Pedro Sánchez.
«Yo el viernes estaré en Madrid en el homenaje a Pablo Iglesias», ha subrayado cada vez que le han preguntado por la visita de Sánchez, en alusión al tradicional acto con que conmemoran cada año en el cementerio civil el PSOE y UGT la muerte de su fundador.
El PSOE, otra vez en la centralidad
Más locuaz se ha mostrado el asturiano a la hora de defender cómo el PSOE ha conseguido situarse en menos de mes y medio en la «centralidad» política.
A su juicio, los ciudadanos perciben que el PSOE de hoy es ese partido que puede acordar con el Gobierno y con Ciudadanos mejoras sociales como la subida del 8 % del salario mínimo, al mismo tiempo que es capaz de pactar con Podemos la derogación de la ‘ley mordaza’.
No cree, sin embargo, que eso suponga que Podemos esté achicando su espacio de oposición. «En todo caso, achicándonos en la calle, que es donde ellos están haciendo oposición, no en el Congreso, donde han desertado de sus responsabilidades institucionales», ha argumentado.
El dirigente socialista, que ha situado en el terreno de las «teorías conspiratorias» que el PSOE haya llegado a un acuerdo de legislatura con el PP a cambio de la abstención que permitió a la investidura de Rajoy, ha admitido que tuvo que llamar la semana pasada por teléfono a los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez e Ignacio Fernández Toxo, para informarles del acuerdo sobre el salario mínimo porque no lo hizo en la reunión que mantuvo con ellos tres días antes.
Convencido de que el PSOE está «haciendo lo de siempre», es decir, trabajar por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, Fernández ha adelantado que no se conforma con la subida del salario mínimo, sino que en los próximos días peleará por que se incrementen todos los salarios.
Su argumento ante el PP será que una subida salarial «no solo es buena para los trabajadores, sino también para la economía».
Eso sí, de apoyar los presupuestos, nada de nada: «Eso es un imposible medieval».