Según Leopoldo Gonzalo y González, catedrático de Hacienda Pública en la UNED, “primero hay que aclarar qué quiere Mas. Y lo que quiere es algo igual al concierto vasco. Es decir, que ellos se lo guisan y ellos se lo comen y solo aportarán al Estado el importe de los servicios que ellos no asumen como, por ejemplo, los gastos del Ejército o diplomacia. El cupo vasco es exactamente esto: las haciendas forales cobran los impuestos en las tres provincias vascas y tienen total autonomía al respecto. Los nacionalistas catalanes van el la misma dirección: para tener una Hacienda propia ya han firmado un acuerdo con las diputaciones provinciales».
¿Y qué tratará de hacer ahora CIU? “Los de Convergencia”, reponde Gonzalo, “tratarán de llegar al máximo de lo que les dejen. Ellos hablan de independencia. Pero solo se independizan las colonias. Cuando una parte de un país pretende separarse del resto, a esto se le llama secesión o separatismo. Y dado que Cataluña no es una colonia, sino una parte constituyente de España, el señor Mas y sus simpatizantes son separatistas. Ya tenemos el precedente de Compayns de 1934 para saber hasta donde puede llegar. Y este Gobierno, pese a su mayoría absoluta, es débil. La actitud de este Gobierno -así se lo dijo Rajoy el otro día en el parlamento a Rosa Díez– es la de aplicar la Constitución. Si esto fuera cierto, podría aplicar el artículo 155 de la Constitución. Por ejemplo, cuando una comunidad autónoma se vuelve inviable desde el punto de vista económico, el Gobierno de la nación puede asumir el Gobierno de la misma. La Constitución también establece el delito de alta traición, que está establecido para los casos en los que, por ejemplo, el Presidente del Gobierno no garantiza la unidad de la nación. En cualquier caso, creo que Mas irá hasta donde le dejen. Mientras tanto seguirá sacando dinero, lo cual no quiere decir que se conforme porque el nacionalismo, por definición, es inconforme. Ya se sabe a donde va y por definición es insaciable. Ellos no dicen “págame o no me voy”. Dicen “Págame y me voy”.
¿Y como ve usted la actitud del Gobierno de Rajoy? Gonzalo responde que “cuando hay un Gobierno serio y firme las cosas se resuelven. Y parece que este gobierno ya ha empezado a reaccionar. El señor García-Margallo ya se ha movido en la Unión Europea para que cualquier región que se secesione de un Estado miembro y luego quiere ingresar en la UE, tenga que hacerlo con la aceptación de todos los Estados miembros”.
Por su parte, el abogado y pensador Antonio García-Trevijano considera que “ninguna persona medianamente informada debería de extrañarse a estas alturas del pensamiento independentista de Mas. Los nacionalismos están favorecidos por la Constitución y cuentan con el apoyo de la derecha catalana de Jordi Pujol. Los partidos nacionalistas que triunfan son los de derechas, que son lo que quieren un Estado propio.
Así pues, ¿ha habido ningún cambio en la política de CIU? “Ninguno”, responde Trevijano. “Lo único que ha pasado es que han radicalizado la manifestación externa de sus posturas, pues las circunstancias así lo han favorecido. ¿Y quienes los han favorecido? Han sido dos los causantes: el Rey y la Constitución. Más ha llegado a decir que no excluye que la Cataluña independiente lo sea bajo la forma de una monarquía. En la Commonwealth británica ya se cuentan los precedentes de Canadá y Australia”.
Pero los nacionalista catalanas, ¿van o no van en serio? “Sobre si la postura de los nacionalistas catalanes es una farsa que esconde un cálculo económico”, prosigue Trevijano, “aquí habría que decir que, desde que el momento en que manifiestan públicamente que la quieren, están propiciando a que ese ideal se consume. Por eso, aunque su postura es oportunista, tienden objetivamente a la independencia, y eso a pesar de que los dirigentes de estos movimientos tienen horror a la misma”.
En cuanto a la posible federación de España con Cataluña, Trevijano responde que “habría que aclarar que no puede federarse aquello que está unido. Primero se tendrían que separar y, solo después, decidir si quieren federarse. Rajoy tiene muy buenos modales, pero ignora la historia. Más inteligente ha sido Cospedal cuando ha dicho que, para modificar el estatuto catalán, habría que celebrar una consulta entre todos los españoles. Pero aún así Cospedal se equivoca, porque las naciones son hechos objetivos resultado de hechos históricos. Tampoco se debe hablar de que la independencia sea más o menos justificable por motivos económicos. Qué tiene que ver esto con la unidad de la nación española! Sería igual de absurdo aducir para justificar un divorcio que uno de los contrayentes es más rico que otro. Además, ni Cataluña ni el País Vasco se podrían independizar porque, si fueran a hacerlo, tendría que intervenir el Ejército”.